Las interconexiones energéticas entre España y Francia toman forma gracias al Plan Juncker

Las interconexiones energéticas entre Francia y España están más cerca de materializarse gracias al Plan Juncker. Los Jefes de Estado y de gobierno se han reunido hoy en una Cumbre más corta de lo habitual para abordar una demanda histórica de España, para acabar con su aislamiento. En el plano internacional, las tensiones en Ucrania y las nuevas sanciones contra las regiones de Crimea y Sebastopol han marcado también la agenda.

Rajoy en la rueda de prensa
Rajoy en la rueda de prensa posterior al Consejo/ Foto: UE

La primera reunión del Consejo Europeo liderada por Donald Tusk, que tomó posesión del cargo el 1 de diciembre, ha estado sobre todo marcada por el Plan Juncker. Los jefes de Estado y de Gobierno han abordado los futuros proyectos y cómo se va a materializar el Plan. España aún no ha detallado los proyectos, es el único Estado miembro que no lo ha hecho, porque, según fuentes del gobierno español, prefieren esperar las garantías del 'fondo Juncker'. Sin embargo, uno de los proyectos que más interesa a España son las interconexiones energéticas, con el objetivo de que toda la Península pueda llegar a un ratio de hasta el 15%, gracias a la mejora de infraestructuras que podrían formalizarse gracias al paraguas del Plan Juncker. Según ha asegurado el presidente español Mariano Rajoy podrá estar listo en junio y para echar a andar a mediados de 2015.

Fuentes españolas aseguran que el proyecto de las interconexiones es «un ejemplo de libro» y casa perfectamente con las aspiraciones del plan del Ejecutivo, es decir: un proyecto viable y de servicio público. En este sentido, los presidentes español Mariano Rajoy, francés François Hollande y portugués Passos Coelho, se han reunido de forma bilateral momentos antes de la Cumbre para abordar la cuestión, y han coincidido en la necesidad de que las interconexiones entre la Península y Francia se materialicen. En el encuentro, además, ha participado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, como apoyo explícito al proyecto de las interconexiones.

La portavoz del luxemburgués ha publicado en su cuenta oficial de Twitter que el presidente del Ejecutivo celebra y apoya el futuro de las interconexiones entre los tres países vecinos. Los mandatarios español, portugués y francés también han acordado celebrar una Cumbre en febrero en Madrid para abordar el proyecto y poder presentarlo en la reunión de marzo de los Veintiocho.

El Ejecutivo comunitario ya tiene identificados cuatro proyectos de interconexiones, que se encuentran en diferentes fases de desarrollo: el transpirenaico que uniría la Península con Francia, además de la conexión Navarra-Burdeos, un cable submarino que conectaría la zona de Aquitania y la Bahía de Vizcaya, de un valor de 1.900 millones de euros, y un proyecto de gasoducto en Cataluña (el MidCat) considerado de gran importancia para la Unión. Asimismo, está prevista la línea de muy alta tensión (MAT) entre Francia y Cataluña.

Por su parte, el Presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha insistido en la importancia del Plan Juncker y en la necesidad de que los Estados miembros se involucren. Estas declaraciones no son en vano. Fuentes diplomáticas confirman la reticencia de algunos países a aportar financiación al Plan de inversión comunitario, como España, que asegura que necesita más información sobre cómo será, de qué forma y los proyectos que apoyará.

'Tax ruling'

Los líderes europeos también han abordado la situación de los pactos fiscales (conocidos como tax ruling) en los Estados miembros, a petición expresa de España. En especial, la lucha contra la evasión, fraude y paraísos fiscales. El presidente Mariano Rajoy envió una carta a Tusk para pedir que los asuntos de fiscalidad formen parte de las próximas reuniones. Así, los Veintiocho han instado a que se «redoblen los esfuerzos» en materia de lucha contra la evasión fiscal y la importancia de mejorar «la transparencia».

Crisis de Ucrania

La crisis en Ucrania ha copado también la reunión de hoy. El impulso económico que necesita el país, el alto el fuego en el este, y el posible efecto contagio de la caída del rublo y la bajada de los precios del petróleo en Rusia han estado entre los temas que han abordado los líderes. Pese al apoyo explícito de los Veintiocho a Kiev, han insistido en la necesidad de que emprenda «reformas económicas», tras las elecciones presidenciales. También han acordado nuevas medidas contra la península de Crimea y Sebastopol, por su anexión ilegal a Rusia. A partir del 20 de diciembre, las empresas europeas tienen prohibido comprar bienes inmuebles en la región, tampoco empresas, ni establecer relaciones económicas con ninguna entidad de la Península. Igualmente se restringirán las exportaciones a Crimea de materiales relacionados con la tecnología, que pueda ser utilizado en el sector de los transportes, de las telecomunicaciones y de la energía, en particular, la exploración y extracción de petróleo, minas y gas. Asimismo, se restringe la posibilidad de que los navíos, en especial los barcos que navegan por la zona, puedan hacer escala en los puertos de Crimea.

Los Veintiocho han tenido un «diálogo estratégico» sobre los últimos acontecimientos en Moscú, aunque no se ha traducido en ninguna conclusión sobre las sanciones. El Presidente francés François Hollande cree que se debería estudiar la posibilidad de eliminar algunas medidas contra Rusia. Por su parte, la Alta Representante de Política Exterior, Federicca Mogherini, ha insistido en que el presidente ruso Vladimir Putin «debería cambiar su actitud respecto al resto del mundo».

Cuba y Tratado Transatlántico

El anuncio de retomar las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, tras más de 50 años, también ha formado parte de las conversaciones de hoy. España ha querido resaltar «la transcendencia histórica» que supone el cambio entre ambos países, y «el carácter esperanzador» que ello supone. Sin embargo, ha insistido que la democracia y los Derechos Humanos deben sentar las bases de las negociaciones con la UE. Asimismo, Mariano Rajoy ha ofrecido a la Alta Representante Mogherini su diposición «a ayudar» en las negociaciones entre la UE y Cuba, que se retomaron hace un año para allanar el camino a un futuro Acuerdo de Libre Comercio. Cuba es el único país de América Latina con el que la Unión no tiene ningún tratado comercial.

Muchos líderes europeos también han mostrado su apoyo al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión entre la UE y Estados Unidos (TTIP, en sus siglas en inglés). El acuerdo más importante de la historia que están negociando ambas potencias es, según Rajoy, «un acuerdo ambicioso» y uno de los asuntos «más importantes de la legislatura». El presidente español ha señalado la relevancia del acuerdo. El intercambio de bienes entre Estados Unidos y la UE llegó a facturar cerca de 2.000 millones de euros anuales el pasado año y las exportaciones españolas al país aumentaron un 18,5% respecto a 2013. Los Veintiocho han instado a ambas partes a «emprender los esfuerzos necesarios para finalizar las negociaciones de aquí a 2015» y acordar un tratado «ambicioso, global y mutuamente beneficioso».

Antes de la reunión de Jefes de Estado y de Gobierno, Mariano Rajoy ha asistido junto con sus homólogos del Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Italia, Letonia y Francia a un encuentro en apoyo al acuerdo comercial en el que también han participado varias organizaciones de empresarios.