El capital riesgo va ahora a por los BRICS

Hablamos con Chris Hart, economista sudafricano

El Instituto de Finanzas Internacionales ha presentado un estudio en el que señala que los inversores mantienen su intención de continuar apostando por el riesgo, a pesar de la crisis que eso ha generado en Europa y Estados Unidos. Este instituto, que asesora a los principales bancos privados del mundo, cree que el próximo objetivo serán los países emergentes, los BRICS. Christ Hart, estratega de una empresa de Inversiones, está realizando un estudio de esos países para comprobar sus «puntos débiles».

Chris Hart, estratega de Investment Solutions
Chris Hart, estratega de Investment Solutions /Foto: John Fraser (IPS)

Las prioridades nacionales estarían determinando más las decisiones de negocios en el grupo BRICS que las perspectivas de crear un gran mercado con esa alianza, que conforman Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Así lo sostiene en entrevista el economista Chris Hart, estratega principal de la gestora de activos Investment Solutions, que acaba de visitar Brasil e India.

Hart, junto al jefe de inversiones de la misma compañía, Glen Silverman, planea viajar también a China y Rusia para evaluar de primera mano las posibilidades de Sudáfrica dentro de este grupo de economías emergentes. Los expertos también prevén reunir información sobre cuáles son los principales motores de inversión entre los miembros del BRICS.

¿Qué intenta lograr con estas visitas?

Chris Hart.- Estamos tratando de entender el panorama de inversiones en el mercado emergente, así como la relevancia de los BRICS en las inversiones mundiales. Las condiciones de inversiones en cada uno de los países del grupo deben ser comprendidas claramente, y queremos ver qué podemos aprender que sea relevante para Sudáfrica. No se puede tener una completa visión a través de una investigación desde un despacho, así que nuestro punto de partida es explorar las condiciones en el terreno.

No pretendo que una simple visita nos dé una completa visión de un país, pero sí un pantallazo. Hablamos con líderes de negocios, con algunas empresas específicas, con economistas, estrategas de inversiones y analistas sociales. Desde nuestro viaje a India, además, hemos visto a académicos y políticos, y tenemos también planes de hablar con geoestrategas en nuestras visitas a China y Rusia. Asimismo, queremos ver las condiciones en el terreno a través de visitas a barrios pobres, pues no deseamos tener una visión edulcorada de la realidad.

¿Qué es lo que hacen con la información que reúnen?

CH.- Asesoramos y retroalimentamos nuestros estudios sobre cómo destinar los activos. También compartimos nuestras conclusiones en presentaciones formales a nuestros clientes y a la comunidad de gestores de activos en Sudáfrica.

¿Qué ha descubierto sobre la actitud del sector empresarial hacia el grupo BRICS?

CH.- Si le preguntas a una compañía brasileña, la respuesta es que es absolutamente irrelevante. En ese país latinoamericano, el idioma es un gran tema. Es una economía autosuficiente. Es un estado enorme. Si vives allí, tienes pocas razones para hablar otro idioma que no sea el portugués. La empresa promedio brasileña aún no tiene una plena presencia en todo el país, por lo cual toda la atención está hacia adentro. Es un país muy introspectivo. Es muy difícil para las compañías extranjera competir (en Brasil), debido a que, por el idioma y las complejidades legislativas, existen muchas barreras para poder entrar.

¿Y qué pasa con India?

CH.- La política de India es alejarse de los bancos de desarrollo, que no son efectivos allí. Es similar a Brasil, con pocas compañías que tengan presencia en todo el territorio. Las compañías brasileñas se mantendrán por mucho tiempo con un enfoque hacia dentro, pero en India las empresas son bastante abiertas y accesibles a las oportunidades internacionales. Van a donde puedan apuntalar su fortaleza corporativa y, en ese sentido, tienen un mayor sentido empresarial. Son más conscientes globalmente que las brasileñas.

Pero cuando las compañías apuntan a las oportunidades globales, el BRICS no es relevante. No están tratando de seguir un camino político. Las empresas indias no procuran ingresar en Brasil porque pertenezcan al grupo BRICS. Prefieren ir a Kenia o a Ghana, o incluso a Gran Bretaña. A diferencia de las empresas brasileñas, las indias son conglomerados diversificados, y aprovechan cada negocio cuando hay oportunidad.

Usted habla del concepto de «cicatriz nacional». ¿A qué se refiere con eso, y cuán relevante es para el BRICS?

CH.- En Sudáfrica, el apartheid es nuestra cicatriz, y la reparación del apartheid se vuelve algo relevante. La cicatriz nacional de Brasil es la inflación, en una forma similar a la experiencia alemana. Es un temor desde la hiperinflación registrada a fines de los años 80 y principios de los 90. En India, la situación es más compleja. La cicatriz de un empresario es la burocracia y la corrupción. Sin embargo, los funcionarios públicos más viejos dicen que en realidad es el colonialismo, al cual atribuyen la corrupción.

Los académicos citarán a la pobreza y a la desigualdad. Las cicatrices nacionales distorsionan las mejores prácticas y tienen impacto en la política. Pueden ser más disuasivo involucrarse en el BRICS que cualquier otra consideración política.