Los griegos dan un balón de oxígeno al euro

La victoria de los partidos que defienden el rescate europeo en las elecciones griegas permite respirar tranquilos a los líderes de la UE, que temían un resultado adverso, de consecuencias imprevisibles. Hoy todos se felicitan por que «Grecia siga siendo miembro de la familia de la eurozona» y apuestan por la prosperidad y crecimiento del país. Incluso desde Alemania se apunta ya una ampliación de los plazos para cumplir las duras condiciones del rescate.

Banderas de la UE en el Parlamento Europeo
Banderas de la UE en el Parlamento Europeo / Foto:PE

«Saludamos la valentía y la resistencia de los ciudadanos griegos, plenamente conscientes de los sacrificios que se les piden para corregir la economía griega y crear un nuevo crecimiento sostenible para el país», afirman los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea, Herman van Rompuy y José Manuel Durao Barroso.

Los jefes de la UE proclaman que «el segundo programa de ajuste económico acordado entre Grecia y el Eurogrupo es la base de partida para impulsar el crecimiento, la prosperidad y el empleo para los ciudadanos griegos» y piden la formación rápida de un gobierno.

También satisfacción indisimulada en el Fondo Monetario Internacional, que participa en la financiación del segundo programa de ayuda a Grecia. En un comunicado, difundido nada más conocerse los resultados de los comicios, el organismo que dirige Christine Lagarde afirma que «estamos preparados para comprometernos con el nuevo gobierno para ayudar a Grecia a lograr sus objetivos de restaurar la estabilidad financiera, el crecimiento económico y el empleo.»

En la misma línea, el Eurogrupo insiste en que «la continuación de las reformas presupuestarias y estructurales es la mejor garantía para Grecia de superar los actuales retos económicos y sociales y para un futuro más próspero de Grecia en la eurozona».

Pero el voto «prorrescate» en Grecia no solo tiene recompensas retóricas, puede que se traduzca en flexibilidad en los plazos para cumplir las drásticas condiciones impuestas a cambio del programa de ayuda económica. Los compromisos son inamovibles, ha dicho el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, pero «se podría hablar de cambios en el calendario».

Westerwelle, en declaraciones a la televisión alemana ZDF, justificaba la firmeza de la UE con los objetivos marcados en Grecia: «Si le decimos a Grecia que no importa lo que se acordó antes, entonces tendríamos un problema con los otros países europeos que adelantan disciplinadamente sus reformas».

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, al llegar a Los Cabos (México), donde se celebra la cumbre del G20, ha afirmado que los griegos han acertado: «Los resultados de las elecciones en Grecia son una buena noticia para Grecia, la EU, el euro y también para España».