Mercurio: el mundo debe controlarlo ya

El mundo no puede esperar más para controlar un contaminante tan importante como el mercurio que amenaza los derechos humanos. El Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y las sustancias tóxicas, Baskut Tuncak, insta a los gobiernos de todo el mundo a que ratifiquen la la Convención de Minamata sobre el Mercurio, un tratado mundial para proteger la salud humana y el medio ambiente de sus efectos adversos.

La llamada de Tuncak llega en vísperas de una reunión clave del comité intergubernamental de negociación sobre el mercurio, que se celebrará en Bangkok, Tailandia, los días 3 al 7 de noviembre.

La Convención de Minamata sobre el Mercurio la deben ratificar 50 países para que sea jurídicamente vinculante; Sin embargo, un año después de que se abriera a la firma y ratificación, en octubre de 2013, sólo siete Estados la han ratificado. España no está entre ellos.

«Me complace ver que 128 países han firmado la Convención, pero, a este ritmo, el tratado no entrará en vigor antes de 2020, el objetivo se establece para lograr la gestión racional de los productos químicos -que incluye la reducción de los impactos del mercurio» señala el experto.

«La ratificación es un imperativo para los Estados que deben cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos», dice Tuncak. «Un retraso en la ratificación de la Convención significa que la gente y el medio ambiente seguirán sufriendo los impactos de la contaminación por mercurio.»

La contaminación por mercurio afecta a las generaciones presentes y futuras en su salud, alimentación, condiciones de trabajo seguras, y un medio ambiente sano. La exposición al mercurio - incluso en pequeñas cantidades - representa graves amenazas para la salud, incluida la muerte.

«Los efectos negativos del mercurio son especialmente peligrosos para los niños y las mujeres en edad fértil» explica el relator de la ONU, y agrega que «una vez liberado en el medio ambiente, los impactos del mercurio en las poblaciones vulnerables son incontrolables.»

La Convención, organizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), lleva el nombre de uno de los más trágicos incidentes de contaminación por mercurio de la historia. El vertido de residuos conteniendo mercurio altamente tóxicos en la bahía de Minamata.

Miles de personas de la comunidad desarrollaron una enfermedad neurológica y físicamente debilitante que ahora se conoce como la enfermedad de Minamata. Varias decenas de miles de personas se vieron afectadas y todavía se desconoce el número exacto de víctimas.