Millones de personas siguen sometidos a las nuevas formas de esclavitud

Los esclavos de ahora poco tienen que ver con los hombres y mujeres de origen afroamericano que trabajaban para los señores de la época colonial. En el siglo XXI la esclavitud adopta otras formas de explotación con las que se sigue sometiendo a millones de personas. Cada 2 de diciembre, durante el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, la comunidad internacional recuerda la necesidad de erradicar un problema que sigue presente en todo el mundo.

Diferentes artistas y otras personalidades destacadas con un cartel en la mano que dice
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Los trabajos forzados, la explotación sexual, el trabajo infantil, reclutar a menores para conflictos armados, forzar a los niños a contraer matrimonio... Naciones Unidas calcula que casi 21 millones de personas están sujetas a algún tipo de práctica de esclavitud contemporánea. «Las mujeres, las niñas, los inmigrantes, los indígenas y las personas que viven bajo el umbral de la pobreza son los más vulnerables», advierten desde la ONU.

Los expertos denuncian la falta de voluntad política de la mayoría de los estados. «La erradicación de las formas contemporáneas de esclavitud requiere intensificar el apoyo, la voluntad política y aumentar la implicación de los dirigentes», explica Umila Bhoola, ponente de la ONU para las formas contemporáneas de esclavitud. «Los estados tienen que asumir sus obligaciones», añade.

Aunque si algo preocupa este año es la situación de los menores. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), calcula que 168 millones de niños están sometidos a trabajos infantiles, de los que al menos de la mitad, lo hacen en actividades consideradas peligrosas como son las minas o las canteras. «A millones de niños en el mundo les roban la infancia», lamenta Maud de Boer-Buquicchio, ponente de la ONU sobre el tráfico, la prostitución y la pornografía infantil. Advierte además, que para combatir «esta lacra», es necesario afianzar los sistemas de protección de la infancia, reducir los factores de riesgo y trabajar para identificar a las víctimas.

El compromiso de todos

La ONU calcula que cada año los tratantes de esclavos se embolsan 150 millones de dólares (más de 120 millones de euros) con la explotación de seres humanos. «Es necesario que las víctimas tengan acceso a la justicia», recuerda Grazia Riammariano ponente de temas relacionados con el tráfico de personas. Ha destacado además, la necesidad de poner en marcha medidas de apoyo y asistencia, en las que además de los estados, también deberían involucrarse otras organizaciones sociales.

Los líderes religiosos también han querido sumarse a este llamamiento. El Papa Francisco, y líderes de todas las confesiones (judíos, musulmanes, ortodoxos, anglicanos, budistas e hindúes), han firmado una declaración conjunta en la que se condena cualquier tipo de esclavitud. En ella, han pedido que todas las naciones reconozcan la explotación física, económica y sexual como un crimen contra la humanidad.

El 2 de diciembre de 1949 La Asamblea General de Naciones unidas aprobó el convenio para la represión contra la trata de personas. Desde entonces ese día se celebra el Día Internacional por la Abolición de la Esclavitud, para recordar al mundo que todavía queda mucho por hacer. Este año la ONU ha querido hacer especial hincapié en la necesidad de lograr una implementación efectiva de las leyes y las políticas a favor de los derechos humanos para terminar con las nuevas formas de esclavitud contemporánea.