Ni Obama ni Kerry convencen al Eliseo con sus explicaciones

Las explicaciones del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en una conversación telefónica con François Hollande no convencen al gobierno francés, alarmado por el escándalo de las escuchas realizadas por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense a ciudadanos franceses. El Secretario de Estado de los EE.UU., John Kerry, se reunió este martes en París con el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, en visita oficial.

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Francia pide explicaciones a EE.UU. de las actividades de su servicio de espionaje/ Foto: UE 2013

Después de que el diario Le Monde destapase el pasado lunes el escándalo de las escuchas ilegales por parte de la NSA a políticos y empresarios franceses -unos 70 millones de datos telefónicos en poco más de un mes a finales de 2012, de acuerdo con los datos revelados por los papeles de Edward Snowden, también publicados en el diario alemán Der Spiegel- se siguen sucediendo las reacciones institucionales al respecto.

El pasado lunes el propio Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, realizó una poco efectiva llamada telefónica a su homólogo francés, Hollande, con un mensaje de calma sobre la situación, llegando incluso a aseverar que parte de la información hecha pública por Snowden no es «veraz» y que «se está revisando la forma en que se recogieron los datos» para que no queden dudas sobre la actuación de los EE.UU. Tras esta llamada, Hollande declaró su «profunda reprobación» de esas «prácticas inaceptables» entre aliados.

Por otra parte, este martes el secretario de estado John Kerry visitó Francia para reunirse con el ministro de Exteriores galo, Laurent Fabius, tras cuyo encuentro éste último ha declarado que «el espionaje estadounidense es inaceptable». Ya en el mes de junio empezaron a conocerse datos de escuchas no sólo en Francia, sino también en Alemania o Gran Bretaña, Fabius ha comentado que «entonces ya reaccionamos duramente, pero ahora obviamente hemos de ir más allá. Este tipo de prácticas entre socios, que atentan contra la vida privada, son totalmente inaceptables y hay que asegurar cuanto antes que ya no se practican más».

Otras voces han expresado sus críticas a este escándalo, como por ejemplo Jillina York, de la ONG Electronic Frontier Foundation, quien ha afirmado que «la administración estadounidense ha fortalecido la supervisión de las actuaciones de la Agencia de Seguridad Nacional. Sin embargo, podemos suponer que sigue habiendo una vigilancia masiva de ciudadanos de otros países.»

Y en un comunicado oficial, James Clapper, Jefe de Inteligencia de los EE.UU. Ha afirmado que «los recientes artículos publicados en el diario francés Le Monde contienen información inexacta y engañosa acerca de los servicios de inteligencia estadounidenses en el extranjero». Y ha añadido que «la acusación de que la NSA recogió más de 70 millones de grabaciones de datos de teléfonos de ciudadanos franceses es falsa».

La noticia ha llegado en un momento en el que la diplomacia francesa había conseguido acercar posiciones con la estadounidense tras los desencuentros originados a raíz de la intervención militar en Irak, incluso llegó a apoyar hace sólo unas semanas una acción militar de EE.UU. en Siria.

También el mismo lunes, día en que se daba a conocer la noticia de las escuchas ilegales, estaba programada una reunión de la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo , en la que se ha votado una nueva normativa más estricta sobre la protección de datos. Si esta normativa es aprobada por el plebno de la Eurocámara y por los Estados miembros, se podrán contemplar sanciones de hasta 292 millones de euros o el 5% del volumen de negocio de los 'gigantes de la información', como Google, Facebook o Yahoo, en caso de que no cuenten con una autorización para el uso de datos personales.

Según ha declarado el eurodiputado ecologista alemán Jan Philipp Albrecht, ponente de la reunión celebrada este lunes, «hay algunos Estados miembros que todavía se oponen a que se establezcan estándares para la protección de datos y creo que esto es inaceptable, sobre todo en los tiempos que corren. Los ciudadanos saben que sus datos pueden recorrer el mundo en segundos».

Por su parte otro ponente, el socialista griego Dimitrios Droutsas, se refirió a la especial atención que recibirán esas grandes compañías de la información antes citadas alegando que «tenemos que ser estrictos en lo que se refiere a los llamados gigantes porque son ellos los que pueden hacer cosas repugnantes con nuestros datos personales».

Agregó que la canciller alemana, Angela Merkel, «decía antes de las elecciones que había que tomar acciones para mejorar la protección de datos de los ciudadanos y hacerlo rápido. Espero que diga lo mismo a los líderes en la cumbre de los próximos jueves y viernes».