No a la Iniciativa Ciudadana «One of us»

La Comisión Europea ha respondido negativamente a la Iniciativa Ciudadana Europea denominada «One of us» (Uno de nosotros). La iniciativa pedía que se prohibiera en la UE la investigación con células madre de embriones y la Comisión ha contestado que continuará financiando esta línea de investigación «que tiene un alto potencial de salvación de vidas humanas».

Una investigadora en el laboratorio
La CE no accede a la iniciativa ciudadana 'Uno de nosotros'/ Foto: CE

La Comisión Europea se reunió con los promotores de la iniciativa el pasado 9 de abril que al día siguiente asistieron a una audiencia pública en el Parlamento Europeo. La Comisión ha decidido que no hará nada para interferir en las investigaciones que sobre esa cuestión se llevan a cabo con financiación de la Unión.

La Iniciativa pedía que se dejara de financiar las actividades que tuvieran que ver con la destrucción de embriones humanos, en especial en los ámbitos de la investigación, la ayuda al desarrollo y la sanidad.

«Los Estados miembros y el Parlamento Europeo han acordado proseguir la financiación de la investigación en este ámbito por una razón las células madre de embriones son únicas y ofrecen un alto potencial de salvación de vidas humanas; las pruebas de carácter clínico han comenzado ya.» ha dicho la comisaria Europea de Investigación, Innovación y Ciencia, Máire Geoghegan-Quinn.

Por su parte el comisario de Desarrollo de la UE, Andris Piebalgs, ha explicado que una de las principales causas de fallecimiento de mujeres está ligada a la gestación y las complicaciones relacionadas con los nacimientos. Por lo que la comunidad internacional se planteó como uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio la meta específica de reducir la mortalidad materna y lograr un acceso universal a la sanidad reproductiva.

«La UE, sus Estados miembros y otros donantes de carácter internacional están haciendo un gran esfuerzo para lograrlo y han hecho de este aspecto, y de la sanidad en general, una prioridad. Nuestros programas de desarrollo en este campo se proponen ampliar el acceso a unos servicios de planificación familiar efectivos con el fin de que los abortos sean innecesarios», ha añadido el comisario.

la Comisión considera que esta investigación está enteramente en consonancia con los Tratados de la UE y con su Carta de Derechos Fundamentales. Además aplica una triple restricción a toda experimentación en materia de células madre de embriones humanos. El sistema, fue aprobado por los Estados miembros y por el Parlamento Europeo en 2013 a la vez que se daba el visto bueno a la legislación de Horizonte 2020. Sus normas son las siguientes:

· cumplimiento de la legislación nacional; los proyectos de la UE deben respetar la normativa del país en el que se realiza la investigación;

· todos los proyectos han de ser validados científicamente en una revisión inter pares y deben superar un riguroso examen de carácter ético;

· la financiación de la UE no debe utilizarse en la derivación de nuevas líneas de células madre de embriones, ni en actividades de investigación que destruyan embriones, incluida la obtención de células madre de embriones humanos.

La Comisión Europea no financia expresamente actividades de investigación con células madre de embriones. Lo que subvenciona es la investigación de tratamientos de enfermedades o de grandes retos sanitarios tales como la terapia de la enfermedad de Parkinson o de Huntington o la diabetes en las que se puede necesitar el empleo de células madre de embriones humanos.

Entre 2007 y 2013, la UE ha financiado 27 proyectos de colaboración en el ámbito de la sanidad que suponían el manejo de células madre de embriones humanos, con una dotación presupuestaria de 156,7 millones de euros. La dotación total en el terreno sanitario fue en ese mismo período de unos 6.000 millones de euros.

En cuanto a la cooperación con la sanidad de países en vías de desarrollo en los ámbitos de la maternidad y la sanidad del recién nacido sigue las siguientes reglas:

· los Objetivos de Desarrollo del Milenio; se proponen luchar contra la pobreza en el mundo y se plantean, como objetivo específico, la reducción en tres cuartas partes de la mortalidad materna para 2015, así como un acceso universal a la sanidad reproductiva;

· el programa de acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), que establece que en ningún caso deberá promoverse el aborto como método de planificación familiar, que las intervenciones deben ajustarse a la legislación de cada país y que en el caso de que sea legal, el aborto debe desarrollarse en condiciones de seguridad.

La UE fija sus prioridades de financiación en el terreno de la sanidad conjuntamente con el Gobierno de los países participantes, haciendo hincapié en el refuerzo y la mejora del acceso a sus sistemas sanitarios nacionales. Entre 2008 y 2012 gastó en el terreno sanitario 3.200 millones de euros procedentes de fondos de desarrollo. De esta cifra, 1.500 millones se destinaron a la sanidad materna, del recién nacido y del niño de corta edad, 87 millones a la sanidad reproductiva y 17 millones a la planificación familiar.

El Instrumento de Cooperación al Desarrollo (ICD) es uno de los principales mecanismos de la UE a la hora de financiar la ayuda al desarrollo. Facilita un respaldo bilateral a países en vías de desarrollo no cubiertos por el Fondo Europeo de Desarrollo, así como un respaldo temático a los países participantes en sectores prioritarios tales como los derechos humanos, la democracia y gobernanza y el crecimiento sostenible e inclusivo.

En marzo de 2014, después de ser ratificado por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, se adoptó el Reglamento sobre el ICD que recibirá una dotación de 19.700 millones de euros del presupuesto de la UE para el período 2014-2020.

Los promotores de la iniciativa «uno de nosotros» apelaban a la sentencia Brüstle, dictada por el Tribunal Europeo de Justicia. Esa sentencia no regulaba el uso de embriones humanos en el contexto de la investigación científica; trataba de la posibilidad de patentar las invenciones biotecnológicas y no entraba en la cuestión de si este tipo de investigación es lícito o si puede ser subvencionado.

Las Iniciativas Ciudadanas Europeas (ICE) se crearon en abril de 2012 para que los ciudadanos pudieran participar en el proceso de elaboración de políticas. Un millón de ciudadanos de al menos una cuarta parte de los Estados miembros de la UE pueden pedir a la Comisión Europea que elabore una legislación específica sobre el tema en cuestión.