"No podemos jugar con Europa. Hay que evitar el divorcio de los ciudadanos"

El ministro para Asuntos Europeos de Francia, Bernard Cazeneuve, ha dicho en Madrid que si se mantiene a los ciudadanos en «una austeridad constante en la que no ven frutos» se corre el riesgo de que haya «un divorcio respecto al proyecto europeo» y se potenciarán los egoísmos nacionales y los populismos, que constituyen un «peligro extraordinario para Europa».

Cazeneuve en un acto
Cazeneuve Madrid / Foto: Foro Nueva Economía

Cazeneuve ha recordado que la crisis de la deuda soberana no es de los estados, sino un efecto de la desregulación bancaria y el desfase entre la economía financiera y la real. En Madrid ha defendido que «hay que buscar un equilibrio entre el control del déficit y el desarrollo». También ha reconocido que Europa no superará la crisis si no sanea las cuentas públicas y el sistema bancario.

«Hay que desdramatizar las discusiones que hay con Alemania y el Reino Unido, ha aclarado el político francés». Sobre las relaciones de su gobierno con Alemania ha reconocido que hay diferencias con Berlín pero que las demandas alemanas son lógicas en un país que lleva años aplicando el rigor presupuestario. En relación al anuncio de referéndum de Gran Bretaña, ha dicho que «a Francia nos gustaría que siguieran en Europa», y ha utilizado una alegoría sentimental, coincidiendo con San Valentín, «queremos a las personas si nos demuestran algún tipo de amor». El Reino Unido «ha aportado muchas cosas a la Unión». Y ha sido contundente cuando ha dicho que «No podemos jugar con Europa».

Cazeneuve ha agradecido a los países europeos su apoyo en la guerra de Malí y ha destacado que la decisión de intervenir militarmente se tuvo que tomar en pocas horas, aunque ya hacía meses que se trabajaba con el resto de países en una actuación en ese país africano. Sobre este tema ha dicho que su país no tiene intención de permanecer en Malí, como ha reiterado en varias ocasiones el presidente francés, François Hollande.

Cazeneuve ha participado, junto con su homólogo español, Íñigo Méndez de Vigo, en un acto en el Foro de la Nueva Economía. Méndez de Vigo ha dicho que «la UE vive la crisis más profunda desde su creación».