Nuevas normas europeas para el tratamiento de los residuos electrónicos

En la UE se sigue tirando a la basura oro, plata, cobre y metales raros utilizados en televisores, ordenadores portátiles y teléfonos móviles. Eso significa contaminación, desaprovechamiento y comercio ilegal. Este lunes entró en vigor una nueva directiva europea con la que se pretende mejorar la recogida y tratamiento de los residuos eléctricos y electrónicos (RAEE).

Planta de tratamiento de residuos de Recytel en Madrid
Planta de tratamiento de residuos en Madrid / Foto: Recytel

La UE genera cada año 10 millones de toneladas de RAEE y ahora se recogen 2 millones de toneladas, unos cuatro kilos por habitante. La nueva directiva tiene como objetivo aumentar la cantidad de RAEE hasta el 85% en 2020, es decir, unos 20 kilos por habitante.

Los Estados tienen de plazo hasta el 14 de febrero de 2014 para modificar sus legislaciones y adaptarlas a la nueva normativa europea, con la que se quieren prevenir los efectos nocivos para la salud y el medio ambiente derivados de las sustancias peligrosas que contienen los RAEE potenciar el reciclado o reutilización de los materiales.

El comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik, señala que «en esta coyuntura de crisis económica y subida de los precios de las materias primas, la eficiencia en el uso de los recursos es lo que aúna los beneficios medioambientales y las oportunidades innovadoras de crecimiento. Ahora es preciso abrir nuevos canales de recogida de los residuos electrónicos y mejorar la eficacia de los ya existentes».

Según asegura un comunicado de la Comisión Europea, la directiva facilita además a los Estados los instrumentos necesarios par luchar con eficacia contra la exportación ilegal de residuos, que ahora se disimulan como aparatos usados para eludir las normas de la UE sobre su tratamiento. Otra mejora será la reducción de cargas administrativas gracias a la armonización de los requisitos de registro y modificación.

A partir de febrero de 2014, los consumidores podrán devolver residuos electrónicos de pequeño tamaño a los grandes establecimientos minoristas y una vez incorporada la directiva a la legislación nacional, se invertirá la carga de la prueba en el caso de los traslados de aparatos usados de los que se sospeche que se trata de envíos ilegales de residuos. Después se establecen una serie de plazos bianuales para aumentar el porcentaje de recogida de aparatos hasta llegar al objetivo final del 85% de los RAEE generados.