«Para avanzar hay que innovar»

Hablamos con José Antonio Galvache, director de consultoría de Servicios de Innovación de IBM

Superar la crisis económica que vive la Unión Europea y otros países desarrollados, pasa por que la sociedad y las empresas inviertan en innovación e investigación. En sus 100 años de historia, IBM ha aportado a la humanidad más de 76.000 patentes. José Antonio Galvache, director de consultoría de Servicios de Innovación, cree que para avanzar hay que innovar. En la última década, esta multinacional de la informática ha invertido más de 60.000 millones de dólares en I+D+i, para conseguir un «Planeta inteligente».

José Antonio Galvache
José Antonio Galvache / Foto: IBM

IBM cumplió el año pasado 100 años. Sorprende cómo ha cambiado el mundo en este tiempo, sobre todo desde que la informática está al alcance del ciudadano

J.A.G - Hoy en día, la tecnología está en todas partes. Por ejemplo, en 2010 se produjeron 30.000 millones de tarjetas de Identificación por Radio Frecuencia (RFID) y la cifra de usuarios de móvil ascendió a 4.000 millones. Toda esta tecnología genera millones de datos, que esconden un valor incalculable en cuanto a conocimiento e información. La propia tecnología puede analizar esos datos y procesarlos. Podemos desvelar ese conocimiento, sacarlo a la superficie y utilizarlo en beneficio de nuestra sociedad, creando sociedades más inteligentes. De ahí surge la estrategia que encamina actualmente nuestros pasos, denominada «Planeta Inteligente», que engloba el análisis de negocio, la informática en la nube,....

eXp - Desde el punto de vista tecnológico, IBM es una de las empresas que más innovaciones han hecho en el mundo de la informática

J.A.G - Apostamos de lleno por la Investigación y el Desarrollo (I+D), un área a la que en 2011 dedicamos una inversión de 6.300 millones de dólares. Esta cifra es casi siete veces más que los ingresos del Real Madrid o del Barcelona, que son los clubes de fútbol que más facturan en todo el mundo. En la última década, hemos invertido 60.000 millones de dólares en I+D+i. IBM encabeza la lista de registros en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos por décimo noveno año consecutivo. Durante sus cien años de vida, nuestra empresa ha registrado más de 76.000 patentes. Sólo el año pasado presentamos 6.000.

A lo largo de su historia IBM ha sido reconocida internacionalmente con varios galardones y cinco científicos de la compañía han recibido sendos Premios Nobel. Nuestros científicos han recibido en tres ocasiones la Medalla Nacional de la ciencia de los Estados Unidos y otros investigadores se han hecho acreedores en seis ocasiones de ese galardón en el apartado de Tecnología, que es el reconocimiento más alto que se concede en Estados Unidos a las labores de innovación. Estos premios son personales, pero en el año 2000 IBM obtuvo esta medalla como empresa, convirtiéndose en una de las 10 entidades que han recibido este premio como institución.

En la actualidad, unos 25.000 investigadores de tecnología trabajan en más de 60 laboratorios de desarrollo en los principales países del mundo. De éstos, más de 3.200 científicos e ingenieros efectúan labores de I+D en 11 centros de investigación de EE.UU., China, Japón, India, Israel, Irlanda, Australia, Brasil y Suiza. La investigación y el desarrollo juegan un papel muy importante para nosotros a la hora de efectuar avances en la aplicación de nuevas tecnologías que están revolucionando la ciencia, los negocios y la sociedad en su conjunto.

eXp - ¿Cómo se adapta una empresa de sus características a una situación como la actual crisis económica?

J.A.G - IBM es una empresa que a lo largo de sus 100 años se ha comportado bien en los momentos de crisis, debido a nuestra estructura global y financiera, y a que nuestro negocio se sitúa en un segmento de alto valor añadido, con mejores márgenes comerciales. Como estructura global hay que tener en cuenta que el 21 por ciento de nuestros ingresos procede de los mercados emergentes, hoy en expansión, que compensan los menores ingresos de otras economías. Sólo hay que tener en cuenta que en 2010, Brasil creció un 20,4%, China un 23,4% e India un 19,2%. A eso hay que añadir que tenemos una sólida estructura financiera, que nos permite que el 50 por ciento de nuestra facturación esté basada en operaciones recurrente de negocio, que como decía antes, está situado en un segmento que nos permite mejores márgenes comerciales.

eXp - Como otros gigantes de la informática hace décadas que su empresa trabaja muy directamente con las Universidades, ¿cree que en Europa esta relación no es tan estrecha ni se potencia tanto como en Estados Unidos?. ¿Qué papel debe jugar la universidad?

J.A.G - En enero, anunciamos acuerdos con 1.067 universidades de 66 países para facilitar la formación de sus estudiantes en tecnologías clave como la de los servidores corporativos (mainframe) «IBM System z». El objetivo es satisfacer la demanda que existe de expertos para afrontar el intenso tráfico de datos y de información al que se enfrenta las empresas en el mercado actual. Cada una de estas universidades imparte cursos y ofrece prácticas de laboratorio en tecnología de servidores corporativos de la Compañía. Los centros que no cuentan con recursos propios, acceden a ellos sin coste alguno a través del modelo «cloud» de IBM.

En España cinco universidades forman parte de este programa académico. En Madrid colaboramos con la Universidad Politécnica, la Carlos III y la Universidad de Alcalá de Henares; además de la Universidad de Valencia y la Politécnica de Cataluña. Creemos que la universidad ha de introducir la innovación como parte del ADN de la compañía ya que la curiosidad a lo largo de toda la vida es la fuente de la continuidad de nuestro negocio y el porqué de nuestro éxito. IBM es esa empresa donde los estudiantes pueden conseguir que esa visión de un mundo cada vez más sostenible se convierta en realidad.

eXp - IBM, como empresa innovadora, está trabajando desde hace años en las «ciudades inteligentes» (smart cities). Sin duda esta es una nueva área comercial y de innovación. ¿Qué cambios vamos a ver en nuestras ciudades?

J.A.G - Nuestra estrategia «un planeta inteligente» es una de las brújulas para los próximos años. Se cimenta en nuestro compromiso de dotar de inteligencia a todos y cada uno de los sistemas y procesos de la vida diaria. El concepto es sencillo pero su ejecución es algo más complejo y necesita enormes capacidades tecnológicas. Las aplicaciones son variadísimas. Por ejemplo, en sanidad, hemos implantado la receta electrónica en Extremadura. Más lejos, en la clínica Mayo de EEUU, hemos creado una solución tecnológica que es capaz de detectar con un 95% de fiabilidad un aneurisma cerebral antes de que provoque una hemorragia cerebral (la interpretación manual llega sólo al 70%). En el campo de la energía, estamos trabajando en Málaga para crear una red eléctrica inteligente en el barrio de la Misericordia, que permita reducir el consumo y las emisiones de CO2 .

eXp -¿Qué son las ciudades inteligentes?

J.A.G - En 1900, sólo el 13 por ciento de la población mundial vivía en ciudades. En 2050, se prevé que ese número aumente hasta un 70 por ciento (sería el equivalente a añadir 7 ciudades como Nueva York al planeta, cada año). Sin duda, este ritmo de urbanización sin precedentes es un auténtico logro para el progreso económico y social del planeta. Sin embargo, las ciudades no son, ni mucho menos, organizaciones perfectas. Cada día, los ciudadanos «sufrimos» sus ineficiencias. Básicamente definimos una ciudad inteligente como un entorno urbano que proporciona una mejor calidad de vida al ciudadano, un ecosistema adecuado para que los profesionales puedan realizar su trabajo y una base sólida para que las empresas desarrollen sus negocios.

IBM tiene en marcha en la actualidad 2.000 proyectos relacionados con ciudades inteligentes. Nuestra aportación se resume en ofrecer tecnologías vanguardistas que permitan dotar de «inteligencia» a los procesos que facilitan el funcionamiento de las ciudades. Por otro lado, no sólo aportamos la tecnología sobre la que se asientan estos procesos, sino que también prestamos servicios de consultoría de negocio que ayudan a transformarlos, a ejecutarlos, de tal manera que se eliminen las ineficiencias

eXp -¿Qué va a pasar con la I+D en España?

J.A.G - Salir de la crisis requiere avanzar en el cambio de modelo económico. La I+D+i es imprescindible para obtener resultados a largo plazo. Sin embargo, en el corto y medio plazo, especialmente ahora, la acción clave es la «+i», de innovación. Innovación en las empresas y en la Administración para ser más productivas y competitivas. Y en ese ámbito la tecnología es clave. Principalmente en las empresas, entendemos que reside no sólo en la utilización de tecnologías novedosas, sino, cada vez más, en la redefinición de los procesos de las empresas e instituciones, así como en la forma en la que configuran, transforman y reinventan su modelo de negocio.

Los inventos que a lo largo de cien años hemos realizado han contribuido a mejorar la vida de las personas y al progreso de nuestra sociedad: el código de barras, el PC, el primer ordenador empresarial, las bandas magnéticas de las tarjetas de crédito, los disquetes de almacenamiento, la tecnología de cirugía ocular LASIK, la máquina de escribir eléctrica... son algunos de ellos.

El último hito tecnológico de IBM, que supone la entrada en una nueva era de la computación, es el ordenador Watson: el primero capaz de encontrar en segundos respuestas acertadas a preguntas formuladas en el lenguaje natural de las personas.

eXp -¿Cómo ve el futuro en la UE?

J.A.G - Es cierto que los presupuestos dedicados a las tecnologías de la información no son una excepción a la política de control de costes que, en general, están abordando hoy en día las empresas. Sin embargo, los servicios que son más sensibles a los precios son aquellos que están estandarizados y la estrategia de IBM está en prestar aquellos servicios dónde el valor, es decir la innovación, es la clave.

Toda crisis supone también una oportunidad. Las Administraciones se enfrentan al reto de hacer más con menos y la tecnología les brinda la posibilidad de racionalizar sus estructuras y ahorrar costes, de modo que puedan liberar presupuestos para dedicarlos a otro tipo de servicios al ciudadano.

No disponemos de una bola de cristal pero queremos que nuestro mensaje sea un mensaje de optimismo. Nosotros animamos a las empresas a invertir en tecnología y seguir confiando en su capacidad de transformación y adaptarse a un entorno tan dinámico como el actual. Además, no creo que podamos ver la crisis como un evento con un principio y un fin. Nos encontramos en un momento de cambio y complejidad que hará que las cosas no vuelvan a ser nunca lo que fueron. Las empresas tienen que estar preparadas para desenvolverse con naturalidad en un entorno complejo, no quedarse quietas jamás y seguir innovando.