Presupuestos de la UE: siete años ajustándose el cinturón

Unas 28 horas de discusión y un presupuesto escuálido. Es la primera vez que un presupuesto es inferior al anterior. Un 3 por ciento. Pero todo el mundo parecía contento, es el milagro de la economía y la política, que juntas rebajan el dinero de las diferentes partidas y todo el mundo sale tan contento de la sala de debate. España pierde unos 20.000 millones de euros respecto al presupuesto anterior, pero mantiene 500 millones de euros para la PAC y otros 1.000 de la lucha contra el desempleo juvenil. Rajoy está satisfecho porque seguirá recibiendo más dinero del que aporta

Durao Barroso y Van Rompuy
Durao Barroso, presidente de la CE Y Van Rompuy, presidente del Consejo/ Foto: CE

«¡Acuerdo cerrado!» escribió el presidente del Consejo Herman Van Rompuy en su twitter, y los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la sala del consejo del edificio Justus Lipsius de Bruselas rompieron a aplaudir. Habían pasado unas 28 horas desde que comenzara la reunión y habían conseguido lo que ninguno habría dicho a la llegada, rebajar el presupuesto y estar todos tan contentos.

La propuesta aprobada establece un techo de gasto de 960.000 millones de euros, del que los países miembros tendrán que pagar 908.400 millones de euros. Un 3 por ciento menos que el presupuesto plurianual anterior de 2007 a 2013. Nunca había sucedido nada igual, desde que se comenzaron a hacer estos presupuestos a largo plazo en 1988.

Herman Van Rompuy se ha multiplicado para dejar a todos contentos recortando de aquí y añadiendo allí. A su ya ajustado presupuesto que fue rechazado en el Consejo de noviembre le ha recortado 13.000 millones más. Lo ha conseguido negociando sobre los compromisos de gasto, el gasto real, que es lo que tendrán que pagar los países a la hora de la verdad se ha dejado un poco a un lado. El techo de gasto en 2020 será el mismo que se aplicó en 2005.

Reino Unido ha liderado el grupo de los que querían más recortes, Dinamarca, Suecia, Alemania, Austria, Holanda y Finlandia, diciendo que si los gobiernos nacionales deben ser austeros la UE también. Ha conseguido sus aspiraciones el presupuesto se ajusta y se lleva para casa el cheque que le compensa por no recibir ayudas a la agricultura.

Por su parte Francia e Italia seguidas por España no querían perder las ayudas de la PAC ni los fondos de cohesión, han conseguido aumentar esta partida en 1250 millones de euros. España, recibirá 1.000 millones de euros menos en ayudas para las regiones que se preveía en el presupuesto del pasado noviembre, en el que ya perdía unos 20.000 millones de euros, pero recibirá una nueva asignación de 500 millones de euros de la PAC. También recibirá cerca de mil millones de la nueva partida destinada a la lucha contra el desempleo de los jóvenes.

Mariano Rajoy ha estimado en 3.724 millones de euros la cantidad adicional con la que sale de esta cumbre frente a los 2.800 millones que estaban previstos en la de noviembre.

¿Dónde se aplican los recortes?

Se recorta, sobre todo, en el transporte transfronterizo y los proyectos de energía y telecomunicaciones que con tanto cuidado ha estado elaborando la Comisión Europea y que deberían vertebrar a la Unión (11.000 millones). También en innovación y 1.000 millones de euros de gastos administrativos.

¿Qué dice el Parlamento?

Este presupuesto debe de ser examinado y aprobado por el Parlamento Europeo. Su presidente, que ya había avisado de la incongruencia de aprobar un presupuesto restrictivo para siete años como si la UE no pudiera recuperarse antes, advirtió a los líderes europeos de que además deberían tener en cuenta que uno de los Estados miembros dice que podría abandonar la Unión y pidió flexibilidad.

Martin Schultz ha dicho a los periodistas que él no firmará ningún acuerdo sin esa cláusula que permita pasar dinero de unas partidas a otras o, como pidieron algunos parlamentarios el jueves, que se permita una revisión a mitad del periodo de aplicación.

En una conferencia de prensa que se celebró a media noche dijo que estaba pensando en utilizar un procedimiento especial para la votación en el Parlamento. Si un 20 por ciento de los eurodiputados lo piden el voto podría ser secreto. De esta manera los parlamentarios no sentirían la presión de sus países. La votación se realizará dentro de tres meses, cuando estén preparados los documentos legales que deben acompañar al presupuesto.