Rajoy dice que se 'equivocó' y no piensa dimitir

Por fin Mariano Rajoy ha comparecido ante la cámara y por fin ha dicho el nombre del extesorero de su partido, Luis Bárcenas, y como se esperaba lo ha negado todo. En el Partido Popular no hay una segunda contabilidad, no se han repartido sobres de dinero negro y poco menos que son víctimas de una conjura de la prensa y del principal partido de la oposición, PSOE.

Rajoy, habla en el Senado (el Congreso está en obras)
Rajoy en su comparecencia/ Foto: Congreso

Por primera vez desde que estalló el escándalo, el presidente Rajoy, ha admitido que cometió un 'error' al darle su apoyo al exgerente al que él mismo nombró tesorero. Rajoy no se ha movido ni un centímetro del guión que llevaba preparado. Sus dos intervenciones estaban escritas y ni siquiera se ha molestado en tomar notas de lo que le han dicho los diferentes portavoces.

Su comienzo ha sido para exculparse, «los hechos sobre los que deseo informar a la cámara se resumen en dos palabras: me equivoqué» y por toda explicación ha añadido: «Cometí el error de creer a un falso inocente, pero no el delito de encubrir a un presunto culpable».

Los portavoces, exceptuando al del propio PP y de UPN, le han recordado los afectuosos SMS que dirigió a Bárcenas, cuando ya se conocía públicamente los millones de euros que este tenía en diferentes paraísos fiscales.

Para Rajoy las denuncias de financiación irregular de su partido, y que ha expuesto ante el juez el extesorero, no son más que una «asombrosa e imaginativa colección de falsedades». En cuanto a los sobresueldos de los líderes del PP, se han pagado «como en todas partes».

Alfredo Pérez Rubalcaba, líder del PSOE, ha pedido a Mariano Rajoy que dimita para no seguir haciendo daño al país. También lo han hecho los líderes de Izquierda Unida, ERC y UpyD, la presidenta de esta formación, Rosa Díez, le ha planteado una batería de 20 preguntas a las que Rajoy, no solo no ha hecho ningún caso sino que ni siquiera ha dirigido la más mínima alusión a ningún grupo.

Todas sus palabras han estado dirigidas a Alfredo Pérez Rubalcaba, como si nadie más hubiera pedido su comparecencia. Pero ha dado las gracias al portavoz de su propio grupo por la forma en la que se ha dirigido a la cámara. Lo que le ha valido la ironía del secretario general de la coalición Izquierda Unida, Cayo Lara, que ha dicho con sorna «alguien se ha ganado aquí un sobre esta tarde».

En fin, fuegos fatuos. Y mientras tanto los ciudadanos no cesan de salir a la calle para protestar contra la corrupción y las medidas de ajuste que los están ahogando.

Colectivos sociales, y ciudadanos, diferentes mareas representantes de la sanidad, la educación o la investigación y otras organizaciones han presentado una querella ante lo que juzgan como «sospechosos movimientos que hacen temer un intento de conseguir la nulidad del caso judicial» del extesorero.

Por su parte el juez ha citado a declarar a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y a sus dos predecesores en el cargo Javier Arenas y Francisco Álvarez Cascos.