Recortar en investigación y educación es jugarnos el futuro

Hablamos con José M. Villate, director general de Innobasque

Bilbao se ha convertido durante unos días en la capital europea de las «tecnologías límpias». Innobasque ha apostado por ellas. Este conglomerado de grandes empresas, administración pública y universidades, quiere llegar a ser un referente en el sur de Europa. La capital vizcaína ha celebrado el «cleantech forum» en el que han participado unos 400 inversores y directivos internacionales. José María Villate es el director general de Innobasque, la agencia vasca para la innovación.

Txema Villate, director general de Innobasque
Txema Villate, director general de Innobasque / Foto: Innobasque

Todos recordamos el Bilbao de los Altos Hornos, la contaminación, los astilleros... y ahora quieren convertirse en el centro de las energías limpias, de la economía verde. ¡Eso sí es una transformación!

José María Villate.- Creo que es una imagen de la metamorfosis que hemos vivido en los últimos 30 años. Nosotros siempre decimos que desde mediados de los 80 hasta la primera década del 2000, hemos hecho la transformación económica en el País Vasco. Bilbao es un ejemplo y ha recibido muchos premios por ello. Ahora necesitamos hacer la segunda renovación que es económica y social. Ahí entran la economía verde, las tecnologías limpias, la economía baja en carbono, cualquier forma como lo denominemos. Es una apuesta básica y un reflejo de esa transformación que seguimos haciendo.

eXp.- ¿En qué momento surge la idea de constituir Innobasque?

J.M.V.- Oficialmente Innobasque surge en 2007, pero se gestaba desde dos años antes. Partíamos de una realidad muy dura. En los años 80 sufrimos una grave crisis de la industria pesada, Altos Hornos, los grandes astilleros.... En aquel momento el 45% del PIB del País Vasco era industria y teníamos un 25-26% de paro de media, que en algunas zonas llegaba al 35%, además políticamente teníamos una democracia reciente y todo eso nos llevó a apostar por la industria, por el I+D+i, y también hay que decirlo, el concierto económico ha sido una herramienta que hemos utilizado, yo creo que acertadamente.

Hace 25 años, por superviviencia tuvimos que aceptar un reto. 25 años después en el 2005, cuando echamos la vista atrás nos damos cuenta de que en ese tiempo, en una generación hemos conseguido superar una crisis industrial y ahora tenemos un paro técnico, con un 5-6%, con un 130 por ciento de PIB per cápita respecto a la media de la Unión Europea. Pero ahora que «somos ricos», si no nos movilizamos no tenemos garantizado el futuro. Fue una visión compartida entre la administración y los grandes empresarios. «Teníamos que hacer algo, y abrimos lo que llamamos la segunda transformación económica y social, elegimos la innovación como motor de esa transformación, que nos permite posicionarnos en el mundo. Así nace Innobasque, con el objetivo de que entre los privado y lo público se puediera llevar a cabo esa transformación, y con la vista puesta en los próximos 25 años, para toda una generación. Por eso nos pusimos 2030 como nuestra nueva meta.

eXp.- Se refiere a una generación a 25 años vista, pero los jóvenes están saliendo del país, porque aquí no tienen futuro y no quieren ser una «generación perdida». ¿Eso es bueno o es malo?

J.M.V.- Es malo que se vayan y no vuelvan. Tenemos una juventud marvillosamente formada y se nos va al extranjero. Yo lo vivo en primera persona porque tengo una hija que está en Bruselas. Es bueno que vayan para que puedan volver a desarrollar todo lo que han aprendido. Cuando en el 2007 lanzamos nuestro mensaje no nos hacían mucho caso, pero cuando un año después decíamos «si no hacemos nada nos dormimos», todo el mundo se puso las pilas.

eXp.- Habla de una revolución social...

J.M.V.- Decimos social porque tenemos que reconvertir los puestos de trabajo. Hablamos de la economía del conocimiento, eso quiere decir que la industria ya no es la misma de antes, ya no es la mano de obra directa, aquella que está en la máquina, ahora son trabajadores del conocimiento donde realmente las máquinas o robots hacen el trabajo manual y lo que necesitamos son personas que piensen y con sentido común, que sean capaces de manejar esas máquinas. Por tanto la reconversión social también generará otro tipo de empleo, otro tipo de personas con una formación distinta, con otra cultura, con otro tipo de relaciones laborales.

eXp.- ¿Qué papel juega Innobasque en el desarrollo de Euskadi?

J.M.V.- Innobasque tiene 1019 socios, que pagan su cuota, vienen a las asambleas, y que trabajan con nosotros. En internet tenemos una plataforma de ideas y hay 25.000 usuarios que reflexionan, que comparten, que aportan y suman ideas. Hay un caldo de cultivo tremendo. Como agencia de innovación, nuestro objetivo no es gestionar el cleantechhub, sino poner en marcha ideas y desplegar estrategias previamente definidas. El País Vasco tiene varios ámbitos estratégicos: uno es tecnologías limpias o verdes, otro es Euskadi como sociedad ecoinnovadora o de bajo consumo en carbono. Dentro de esa estrategia hemos estudiado con nuestros socios y con nuestras empresa qué es lo que podemos aportar. Desde las empresas ha ido surgiendo esta actividad y cuando el hub esté funcionando, Innobasque debería estar buscando otra cosa. Para eso somos la agencia de la innovación, y alguien tendrá que seguir gestionando. También estamos trabajando en el ámbito de la salud, que es un campo en el que queremos aportar ideas e innovación. En ese sentido tenemos proyectos en el sector primario, en deporte, alimentación sana, gastronomía. Es decir, Innobasque dinamiza la economía poniendo en marcha proyectos y programas que estén orientados hacia ese objetivo, siempre buscando un valor económico y social, empleo...

eXp.- No sólo han pasado a ser un referente europeo de la economía limpia, sino que ahora también aspiran a ser un «hub» europeo del sur de Europa.

J.M.V.- Hemos de reconocer que la idea no fue nuestra, sino que nos la propusieron los finlandeses, que crearon un «hub» donde todas las empresas, desde pymes a grandes corporaciones, Universidad y centros tecnológicos aporten el conocimiento, y los inversores y la administración sean el garante de ese entorno de ideas. Entre todos debemos ser capaces de crear una oferta y desarrollar productos que tengan una salida a nivel internacional. El mercado es uno, pensar que vamos a vender a España y o solo a Europa es absurdo. Necesitamos vender en Latinoamérica, en África, en Asia, y ahí no puedes ir con una oferta de una cosita pequeñita, tienes que ir con una oferta integrada. Por tanto hay que potenciar soluciones integrales porque es difícil que una empresa sola lo pueda aportar, pero un grupo es capaz de desarrollar tecnología, de generar más competencia inversora y más capacidad de acceder a mercados.

eXp.-Hay muchas personas con ideas. Hay empresas dispuestas a invertir en ellas?

J.M.V.- Sí, hay gente con ganas de invertir, pero no invierten en sueños o promesas, invierten en realidades. Luego hay grandes inversores, como el foro que estamos constituyendo, que ya son instituciones cuyo objetivo es invertir en proyectos de futuro. Estos invirten en realidades, van más sobre seguro. En lo que no invierten es en ideas, tiene que haber un cierto desarrollo, un plan de viabilidad, de negocio, algo que demuestre que es viable. Los que han venido al foro, son inversores que tienen que capitalizar su dinero.

eXp.- Los «hubs» están más desarrollados entre los nórdicos. Muchas veces se dice que en el sur no hay tecnología, pero, quizá es más fácil poder innovar en tecnología en esos países con más riqueza, que en ese gran reto que tienen ustedes, que es la zona mediterránea, mucho más afectada por la crisis, tanto en la ribera norte como en la sur.

J.M.V.- No, pienso que es al contrario, que la necesidad obliga. En la medida en que vamos teniendo retos, desafíos, vamos buscando soluciones, así es desde que el hombre está en la tierra y por tanto creo que la economía lo que hace es innovar o plantearte otras soluciones distintas, en este caso, a la de los países desarrollados. De hecho otro de los temas que estamos trabajando dentro del cuarto sector, es el desarrollo de la pirámide. Personas que viven con menos de 10 dólares al día (son 3.000 millones de personas). Hemos de ver como desarrollamos productos relacionados con la salud, la vivienda, la alimentación, etc... pensados especialmente para ellos. Ahí hay una cantidad de innovación tremenda.

eXp.- ¿En qué está cambiando la crisis a las empresas y a la sociedad?

J.M.V.- Creo que todavía nos falta mucho (de crisis, espero que menos) y hemos de cambiar mucho, porque no somos conscientes de que las cosas no van a volver a ser igual que antes. Seguimos pensando que podemos consumir igual que antes y esa solidaridad de la que hablamos, no existe. En España hay seis millones de parados, y el que puede, o los que podemos, seguimos haciendo la misma vida que antes. Y las empresas, quizá porque el mercado les obliga, son un poco más conscientes, pero nos lo están diciendo desde hace tiempo. La administración tiene que innovar, tiene que adaptarse a la nueva situación y también las empresas, las familias. Espero que nos quede poco tiempo de crisis, pero necesitaremos más tiempo para cambiar nuestra mentalidad como personas, a nivel de consumo, de recursos, de desperdicios.

eXp.- Si España no invierte en I+D, ¿qué riesgo corre?

J.M.V.- Siempre ha habido necesidad de innovar, pero es que ahora hace falta innovar más rápido y con más intensidad. Para eso es necesario tener más conocimiento y solo se obtiene con la investigación, el desarrollo, la educación. Reducir o recortar en cualquiera de estos campos es jugarnos el futuro de una forma arriesgadísima. Estamos hablando de la economía del conocimiento. Si queremos ser una economía del conocimiento, necesitamos tener unas personas con conocimiento y lo necesitamos para que nos tengan en cuenta en una economía global.

eXp.- Esta claro que de la crisis salimos ¿no?

J.M.V.- Salir, saldremos, siempre que llueve escampa, pero no vamos a salir igual que cuando entramos. Esa calidad de vida a la que habíamos llegado hace unos años, no va a seguir siendo posible para todos. Yo creo en la solidaridad y cada vez aparecen con más fuerza iniciativas como la economía de bien común y otras de ese estilo, y creo que va a ver muchos movimientos.

Bilbao, capital de las tecnologías limpias