Suecia, el primer país de la UE en reconocer al Estado de Palestina

Pese a que en 2012 la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el reconocimiento «de facto» del Estado de Palestina, la Unión Europea y la mayoría de los Estados miembros aún no lo han reconocido como tal. O al menos, hasta ahora. Y es que Suecia se convertirá en el primer país de la UE en reconocerlo, uniéndose a Polonia, Eslovaquia y Hungría, que lo reconocieron antes de su ingreso en el conglomerado europeo.

Stefan Lofven
Stefan Lofven, primer ministro de Suecia

Lo ha anunciado el primer ministro sueco, Stefan Lofven, la principal imagen del nuevo gobierno de centro-izquierda que gobierna el país, en un discurso inaugural ante el Parlamento el pasado viernes, «el conflicto entre Israel y Palestina solo se puede resolver con la solución de dos estados, negociado de acuerdo con las leyes internacionales», ha manifestado Lofven. Este es para Palestina un paso importante con la esperanza de que a ese reconocimiento se sumen más países.

Israel, por su parte ha manifestado su sorpresa ante este reconocimiento y ha manifestado su interés por convocar al embajador sueco en Tel Aviv para mostrarle su disconformidad. La reacción israelí se ha hecho esperar hasta el fin de la fiesta religiosa del Yom Kippur del pasado sábado. El ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, ha criticado en un comunicado que Estocolmo esté más preocupado por los palestinos y no «por otros problemas más urgentes, como las matanzas en Iraq o en Siria».

Todo ello con la resaca aún de un conflicto bélico terminado hace poco más de un mes en el que han muerto más de 2.000 palestinos, de los cuales tres cuartas partes eran civiles en una ofensiva del Estado israelí sobre la franja de Gaza. En estos momentos, además, se están edificando 2.600 nuevas viviendas para judíos en un asentamiento en la zona este de Jerusalén y en Belén, territorios palestinos ocupados por Israel, una acción criticada tanto por la UE como por EEUU.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, por su parte, prepara una ofensiva diplomática que respete la división territorial de la región previa a la guerra de 1967. De acuerdo con este plan, el nuevo Estado se establecería unilateralmente a finales de 2016 y tendría su capital en Jerusalén este. La zona conocida como E1, donde están previstas las nuevas construcciones israelíes, pretende unir las colonias en Jerusalén Este con el asentamiento de Maale Adumín, lo que impediría la continuidad territorial de Cisjordania y haría inviable el establecimiento de un Estado palestino.

Se prevé que tanto Bruselas como Washington no sigan la postura de Suecia y defiendan que la creación de un estado palestino solo puede emanar de un proceso de negociación previo una vez completado el proceso de paz con Israel. Los palestinos, por su parte, pretenden crear un estado independiente en Cisjordania y Gaza, con capital en Jerusalén Este. Las fronteras de Gaza están claramente definidas, pero los territorios en Cisjordania y Jerusalén Este, solo se podrá trazar a través de las negociaciones con Israel.