Trajes en impresión 3D para la semana de la moda de París

Trajes sin costuras, diseños de una sola pieza, patrones de resina líquida... La diseñadora holandesa Iris Van Herpen ha revolucionado la pasarela de París con un nuevo modelo de alta costura creado mediante impresión en 3D. Una empresa belga es la responsable de esta tecnología, muy extendida ya en la medicina y con mucho futuro, por lo que se ve, en la moda y el diseño, que además tiene el apoyo financiero de la UE.

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Modelo de Iris van Herpen y Materialise/ Foto: cortesía de los autores

La idea comienza, como siempre, en la cabeza creativa, en este caso la de Iris von Herpen, una de las jóvenes diseñadoras más brillantes de la escena de la moda contemporánea. Pero, también en este caso, sus bocetos geométricos y sus volúmenes imposibles no pasaron a patronaje y costureras, no, llegaron a manos de un arquitecto y de un laboratorio de tecnología 3D, Materialise.

Materialise comenzó como un proyecto universitario y pronto se ha convertido en una multinacional pionera en software y en lo que se llama la Fabricación Aditiva o, como se conoce comúnmente, la impresión 3D. La empresa se ha dedicado fundamentalmente a ofrecer soluciones clínicas y bio-médicas, a crear prototipos y simulaciones médicas, por ejemplo, con modelos hiperprecisos de huesos y órganos a partir de imágenes médicas, pero también implantes quirúrgicos, prótesis. Así como para la Fabricación Aditiva para el sector de la automoción, la electrónica de consumo o clientes individuales que quieren dar forma y vida a sus creaciones... hasta llegar a la moda y el diseño.

Iris Van Herpen ha creado un universo híbrido en el que las modelos lucen zapatos como raíces de árboles y visten prendas entre futuristas y orgánicas, como anfibios, con escamas del color de la piel, o pájaros con plumas plásticas pero ¿cómo se hace esto?

El diseño se crea en primer lugar en un ordenador, con la ayuda del arquitecto belga y artista gráfico digital Isaie Bloch y después se optimiza para la impresión en 3D utilizando el software de Materialise. En este segundo paso, se corrigen los posibles fallos antes de enviar el diseño definitivo a la impresora. A continuación, es el momento de que el diseño tome cuerpo usando la «estéreo-litografía Mammoth», una técnica de fabricación que crea los objetos capa a capa. Así, unos láseres ultravioleta escanean el diseño sobre una resina líquida que se va endureciendo a medida que va entrando en contacto con el láser. Y el objeto en 3D va apareciendo.

El futuro ya es presente

«Hemos trabajado con Iris Van Herpen para realizar una creación híbrida incorporando estructuras únicas, transparentes y similares a los huesos creados con la estéreo-litografía Mammoth. Gracias a la impresión en 3D los vestidos no tienen costuras y están hechos a medida. Ha sido muy emocionante trabajar con ella y poder dar vida a sus complejos diseños. La impresión 3D hace lo que no puede conseguir ninguna otra forma de fabricación textil, especialmente cuando hablamos de la creación rápida de diseños complejos y de una pieza», ha comentado Sven Hermans, Director de Cuentas de Materialise.

Para el mundo de la moda, la impresión 3D no es futurismo, es el presente más inmediato. En poco tiempo, el diseñador se podrá descargar en casa patrones escaneados y adaptados a la medida de su cuerpo. La propia Van Herpen ha expresado en muchas ocasiones que las posibilidades de esta técnica son infinitas y que «las cosas de la vida que no son totalmente visibles y claras son las más interesantes».

El potencial y las ventajas de la tecnología de impresión 3D son muchas. En primer lugar, no es necesario mantener un stock – y sus gastos de almacenaje, mantenimiento, conservación,etc- pues solo se imprime lo que se necesita. En segundo lugar, el tiempo que necesita para llegar al mercado es muy corto ya que se pueden hacer modificaciones en el diseño de un fichero 3D y continuar con la producción de forma instantánea. Además, esta tecnología permite la «personalización en masa», es decir, la creación de multitud de productos únicos y hace reales formas muy complejas que serían imposibles de reproducir con técnicas convencionales.

La ayuda de la UE a la investigación

Desde 2007 la Unión Europea ha invertido unos 50.000 millones de euros en proyectos de innovación e investigación para apoyar la competitividad económica de Europa y ampliar las fronteras del conocimiento. El presupuesto de investigación de la UE representa alrededor del 12% del total del gasto público en investigación de los 28 estados miembros y está enfocado principalmente en la salud, el medio ambiente, el transporte, la alimentación y la energía. También se han desarrollado colaboraciones con las industrias farmacéutica, automovilística, aeroespacial y electrónica para animar la inversión del sector privado y apoyar el crecimiento y la creación de puestos de trabajo cualificados.

En 2014, la Unión Europea lanzará un nuevo programa de financiación para la innovación y el desarrollo a siete años vista: Horizon 2020, un plan que tiene como objetivo el convertir las grandes ideas en productos, procesos y servicios útiles para el mercado.

Wilfried Vancraen, fundador y consejero delegado de Materialise, asegura que «Materialise nunca se habría convertido en lo que es ahora sin el respaldo Europeo. La UE le dio a una pequeña empresa la oportunidad de un desarrollo a largo plazo».

«Es un gran ejemplo de innovación en la Unión Europea. Ha usado el desarrollo tecnológico para ayudar a los cirujanos a reconstruir los cuerpos de las personas y para aplicarlo a otros sectores en los que el diseño es una pieza clave», asegura Michael Jennings, portavoz de la Comisión Europea responsable de investigación, innovación y ciencia. «Las industrias culturales y creativas que ahora se benefician de esta tecnología suponen el 3,3 % de la economía Europea y dan trabajo a 6,7 millones de personas. Así que este exitoso proyecto de fabricación desarrollado en Europa apoya una de nuestras industrias clave en la exportación.»