UE-Grecia, rescate a cambio de soberanía

Grecia podrá evitar la suspensión de pagos pero, esta vez, a cambio de un férreo control de sus cuentas por parte de la UE y el FMI. Los ministros de Finanzas del Eurogrupo han desbloqueado el programa de ayuda financiera de 130.000 millones de euros, blindando dinero y asegurando vigilancia. Además de préstamos de la eurozona, en el rescate habrá mayor contribución privada y una renuncia de beneficios del BCE en su compra de deuda griega.

El presidente del Eurogrupo, con los responsables griegos
El presidente del Eurogrupo, con los responsables griegos / Foto: Consejo UE

En el comunicado final, el Eurogrupo reconoce los esfuerzos realizados por el ejecutivo de Atenas pero aclara que serán necesarios «más esfuerzos de la sociedad griega para devolver la economía a un camino de crecimiento sostenible».

Trece horas han sido necesarias para que los socios europeos obtuvieran las garantías necesarias de que Grecia va a cumplir lo prometido. La fórmula es crear una cuenta bloqueada donde se ingresará el monto correspondiente a los vencimientos de los próximos trimestres, con el que se dará prioridad al pago de la deuda. Además la troika (CE, BCE, FMI) vigilará desde Grecia que el gobierno cumple con las exigencias internacionales. Será «una presencia mejorada y permanente sobre el terreno» con expertos de la Comisión Europea y de los Estados miembros.

Según el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, este segundo rescate «dará a Grecia el tiempo necesario para seguir una senda creíble de consolidación fiscal y reformas estructurales y permitirá su retorno al crecimiento sostenible y al empleo, al tiempo que preservará la estabilidad financiera en Grecia y en la eurozona en su conjunto».

«En Grecia, subestimamos los desafíos derivados de la débil capacidad administrativa y la débil unidad política. Ahora hacemos frente a ambos retos: la débil capacidad administrativa, reforzando nuestra asistencia técnica y presencia permanente sobre el terreno junto con los Estados miembros y el FMI; y la cuestión de la unidad política, con el compromiso de los principales partidos de la coalición», ha justificado el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

El primer objetivo es que Grecia alcance un nivel de deuda «sostenible» en 2020, es decir, reducir el nivel actual, del 160% del PIB hasta el 120,5%. Para conseguirlo, además de los ajustes se contará con financiación pública y privada. La quita de los acreedores privados se eleva hasta el 75% y el Banco Central Europeo, aunque no contribuye directamente, participará con la reinversión de los beneficios de los bancos centrales nacionales por sus inversiones en deuda pública griega.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, no ha cuantificado la contribución de la entidad financiera al programa griego ni ha desmentido la cantidad que se ha barajado en los últimos días de solo 13.000 millones de euros.

El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha declarado tras la reunión que «ha sido una noche larga pero salimos con la satisfacción de un acuerdo. Creo que es un buen programa y que evidentemente la cuestión ahora es que Grecia haga las reformas y se ponga a crecer».