Vuelve la fiesta del arte naïf. Del viejo continente a la Galería Éboli de Madrid. Desde el 11 de marzo

Del Viejo Continente a la Galería Éboli de Madrid. Desde el 11 de marzo

diferentes cuadros de artistas naif
Muestra de pintura naif en la galería Éboli de Madrid

La pintura es color y algo más, decía Chateaubriand, queriendo resaltar la
importancia de lo primero. El arte naïf es, por encima de todo, alegre color y bullicioso
dibujo primitivo, para que entre la exuberancia del contento vital en las retinas y en el
corazón de quien lo contempla.
La Galería Éboli ha convocado de nuevo a arrebato de una Fiesta Naïf con lo
más selecto y granado de los autores europeos del ramo. En Madrid, nuevas obras de
los grandes nombres del arte naïf del Viejo Continente. Una miscelánea de pinturas y
esculturas bellas e ingenuistas, que vienen desde Finlandia, Suecia, Dinamarca o
Turquía, hasta la mismísima capital de España, pasando por piezas sobresalientes de
Polonia, Rumanía, Holanda, Suiza, Alemania, Bélgica, Francia, Italia...

Los artistas de Europa se dan cita gozosa en Madrid, en la llamada musical de
una pintora naïf, Amalia Fernández de Córdova, quien, como un nuevo flautista de
Hamelín, convoca a los mejores intérpretes del naïf como género artístico gozoso, que
surgió, en sentido estricto, a finales del XIX y principios del XX,con una de las
vanguardias, y que llegó para quedarse en el circuito general del Arte.

Cincuenta artistas naïf, la crema de la crema en su género, exponen su obra
gozosa de casas, bibliotecas, calles, parques, estatuas, iglesias, bodas, tiendas y
almacenes, cervecerías, pueblitos nevados, ciudades, bosques, paisajes nevados,
músicos cantores, violinistas que vuelan, bailarinas, funambulístas, personajes
literarios como Don Quijote, monjas espadachines... No hay límites para el repertorio
iconográfico de estos pintores y escultores que mostrarán sus obras durante tres
meses para regocijo de coleccionistas y público visitante en Madrid.

Es la vida cotidiana, radiante e ilusoria del arte naïf, con nombres señeros
como Juan Guerra, Gracia Risueño, Tito Lucaveche, Inés Arias, Evaristo Navarrete,
Carmen Cordelles o Amalia Fernández de Córdova, por parte española –no se puede
citar a todos- y, por parte del resto del continente resuenan nombres señeros como
los de Olaf Ulbrich, Carol Perret, Silvie Marcel, Christian Lloverás, Charlotte
Lachapelle, Anne Marie Boussalet, Alessandra Placuchi, Ada Breedveld o Aimo
Natajaien.
«El arte tiene sus orígenes en los museos etnográficos y en las habitaciones de
los niños de nuestras propias casas», señaló con ingenio Paul Klee en 1912. Para
contemplar el arte naïf hay que tener mirada y corazón de niño, para dejarse llevar por
la ilusión y la fantasía, para entrar de lleno en la complicidad del artista y disfrutar su
mundo de colores brillantes, de igual manera que él o ella, intérpretes del arte, lo
hicieron pintando o esculpiendo.

Un arte de espontaneidad y sencillez, lleno de gracia y bondad. Tocado por
arcángeles y elaborado por ángeles. Una epifanía de luz que estalla en mil destellos.
Un arte natural que nos habla de nosotros mismos, aunque no se exprese en términos
de lo real, porque viene de muy lejos y quiere ir más allá de lo cotidiano.

Un arte que refleja el mundo de sueños y anhelos de los artistas, que nos
hacen partícipe en cada una de sus obras. Todos seguimos buscando la Arcadia feliz o
el paraíso perdido; es muy probable que lo encontremos en la visión ilusionistica de
un cuadro o una escultura naïf en la galería Éboli.

Galería Éboli- Exposición de Arte Naïf Europeo del 10 de marzo al 12 de mayo

Plaza de Ramales s/n - Madrid

Parking: Pza. de Oriente - metro Ópera

Horario de visita: de 11 a 14 y 17 a 21, sábado de 11 a 14 - cerrado lunes y festivos