No más escándalos con los «lobbies» en el Europarlamento

Los grupos políticos de la Eurocámara han decidido revisar el código de conducta de los eurodiputados y su relación con los lobbies para evitar escándalos de corrupción que ensucian la imagen del legislativo europeo.

Los casos de eurodiputados que aceptaron sobornos por enmendar leyes han destapado la fuerza de los grupos de presión y las debilidades reglamentarias del Parlamento Europeo.

Pleno del Parlamento Europeo (archivo)
Pleno del Parlamento Europeo (archivo)

El Parlamento Europeo tendrá nuevas normas para regular la actividad de los lobbies y su relación con los eurodiputados. Los grupos políticos de la Eurocámara han llegado a un acuerdo con el presidente, Jercy Bucek, para endurecer el código de conducta de los parlamentarios, tras haberse desvelado que cuatro de sus señorías aceptaron sobornos por presentar enmiendas a directivas europeas.

«Creo que deberíamos ver con cuidado qué se espera de los miembros del Parlamento, de su conducta y de sus contactos con grupos de interés exteriores», ha dicho Bucek, tras acordar con los presidentes de los grupos parlamentarios cambiar las normas que regulan la relación de los eurodiputados con los grupos de presión y restringir sus actividades remuneradas.

En las últimas semanas, el Parlamento Europeo ha sufrido un nuevo manchón en su imagen cuando periodistas de The Sunday Times se hicieron pasar por lobbistas y propusieron a 14 diputados contratos por cien mil euros anuales a cambio de presentar las enmiendas legislativas que proponían. Tres parlamentarios aceptaron y fueron denunciados por el periódico. Son el socialista esloveno Zoran Thaler, el popular austríaco Ernst Strasser , que han dimitido, y el socialista rumano Adrian Severin, que mantiene su escaño como independiente.

Una semana después fue el popular español Pablo Zalba quien cayó en la trampa del diario británico. No cobró lo estipulado pero llegó a introducir la enmienda que le habían pedido. Él argumenta que la enmienda «mejoraba el texto sustancialmente».

No ha ayudado a limpiar la imagen del Europarlamento la actitud mantenida hasta hoy por su presidente, al negarse a aceptar la investigación de la Oficina Antifraude Europea (Olaf). Este jueves, antes de su reunión con los grupos políticos, Bucek ha permitido que agentes de Olaf realicen una investigación administrativa, pero no criminal y, por tanto, no permitirá que se registren los despachos de los eurodiputados.

Los grupos de presión han actuado en las instituciones europeas desde su creación. Para aumentar la transparencia de la UE, se decidió crear un registro de grupos de interés que está a disposición de los ciudadanos.