Los islandeses quieren nacionalizar los recursos naturales

Más del 66 por ciento de los islandeses que han acudido a las urnas, ha votado a favor de reformar la Constitución que redacta un consejo popular. El 80 por ciento se ha mostrado partidario de nacionalizar sus importantes recursos naturales. Aunque la participación ha sido baja, ha votado menos del 50 por ciento de los electores, la convocatoria de una consulta popular demuestra la vitalidad de la democracia islandesa.

Erupción de un geyser
Geyser islandés / Foto: Dieter Schweizer (Wikipedia)

El 80 por ciento de los votantes están a favor de nacionalizar los recursos naturales, una de las seis preguntas que se ponían a debate en la convocatoria. Esto afectaría a la pesca, una importante fuente de riqueza del país, y a la incipiente industria de energía geotérmica. El texto constitucional también recogerá que se puedan realizar referendos con el apoyo del 10 por ciento del electorado y limita a tres el número de mandatos del presidente, que hasta ahora era ilimitado.

Los islandeses han votado este sábado algunas reformas de su Constitución. Se trata de un ejercicio de democracia directa sin precedentes. Los 25 ciudadanos encargados de redactar la carta magna han consultado a sus conciudadanos algunos puntos dudosos antes de preparar el redactado final. Concretamente seis preguntas que van desde la propiedad de los recursos naturales del país a la declaración de una religión nacional.

A finales de 2010 de entre un total de 500 candidatos, se eligió a 25 ciudadanos de todo el país para formar la comisión constitucional. Durante este tiempo se han celebrado debates en internet para recoger las aportaciones de los ciudadanos a través de Facebook y twitter.

La constitución islandesa actual fue redactada después de conseguir la independencia de Islandia en 1944 y fue acordada por un consejo popular.

El referendo de este sábado se ve influenciado por la diputa política entre el gobierno de izquierda, partidario de modificar el texto constitucional y la oposición conservadora, contraria a esta modificación.

El referéndum más reciente que han celebrado los islandeses fue el de 2010 cuando votaron que se negaban a compensar con dinero público la deuda que los ciudadanos y el gobierno había adquirido con el banco británico-holandés Icesave, y que llevó al país a la bancarrota.