Muere la joven india golpeada y violada en un autobús

Este viernes ha muerto en un hospital de Singapur donde estaba ingresada, la mujer de 23 años, que fue duramente golpeada, violada y arrojada de un autobús en marcha en Nueva Delhi. La mayoría de las violaciones y otros delitos sexuales no se denuncian en India, y los delincuentes rara vez son castigados, según activistas de los derechos de la mujer. Pero la brutalidad del ataque ocurrido el pasado 16 de diciembre despertó la ira de la población y la repulsa en todo el mundo.

Jóvenes sentados en el suelo con velas
Protesta en India contra la violación de mujeres/ Foto: Sujoy Dhari/ IPS

NUEVA DELHI, (IPS) - El ataque, desató una ola de protestas masivas y violentas en Nueva Delhi en las que las mujeres y hasta escolares desafiaron los palos de la policía, los carros lanza agua y hasta los gases lacrimógenos. Hubo protestas más pacíficas en otras ciudades, pero igual de concurridas.

Muchas de las manifestantes aseguran tener miedo a sufrir agresiones sexuales cada vez que se aventuran fuera de sus hogares. Defensoras de los derechos femeninos informan de que India carece de un sistema adecuado para disuadir a los agresores.

En un país con 1.200 millones de habitantes, donde las estadísticas oficiales de delincuencia indican que cada 28 minutos es violada una mujer en alguna parte del territorio, las organizaciones femeninas sostienen que el trabajo de las fuerzas de seguridad y la actuación judicial son pésimos.

«El país no tiene infraestructura para proteger a las mujeres o castigar a los agresores con investigaciones y juicios ágiles», dice Sukanya Gupta, coordinadora de Swayam, una organización defensora de los derechos femeninos con sede en Kolkata. «Seis décadas después de la independencia no vamos a tolerar más estos delitos. Hay que romper la cadena del miedo».

Las mujeres se sienten inseguras en las grandes ciudades, mientras que en las zonas rurales proliferan las violaciones, y la propia víctima suele ser el blanco de las actuaciones judiciales.

Total falta de seguridad

Una encuesta realizada este mes por las Cámaras Asociadas de Comercio e Industria de India (Assocham, por sus siglas en inglés) encontró que el 92 por ciento de las trabajadoras consultadas dijeron sentirse inseguras, en especial durante la noche, en las grandes ciudades del país. Nueva Delhi encabeza la lista, donde el 92 por ciento de las entrevistadas dijeron sentirse inseguras, seguida de Bangalore, con el 85 por ciento, y Kolkata, con el 82 por ciento.

Las consultadas también dijeron sentirse inseguras en sectores clave, como información y tecnología, hospitales, aviación civil, salud y vestimenta. El estudio realizado por la Fundación para el Desarrollo Social Assocham se basó en entrevistas realizadas a mujeres que trabajan y que no trabajan.

Las consultadas eran de Nueva Delhi, Mumbai, Kolkata, Bangalore, Hyderabad, Ahmedabad, Pune y Dehradun. Todas respondieron que creen que el problema de la inseguridad que sufren es

el más importante que debe afrontar India. Según el secretario general de Assocham, D. S. Rawat, «Las empleadas siguen muy preocupadas y nerviosas por su seguridad aun en lugares como hospitales».

Falta de infraestructuras y respuestas deficientes

Assocham señala que se necesita un sistema de GPS altamente efectivo para localizar a las mujeres que están viviendo momentos de angustia en un medio del transporte público. También indicó que las empresas deben ofrecer a sus trabajadores, en especial a las mujeres, pequeños dispositivos de seguridad para evitar ataques. Otros especialistas han recomendado que la policía verifique la identidad de los conductores de taxis.

Según el estudio de Assocham, contribuye a la sensación de «inseguridad y de incomodidad» la falta de iluminación, de acceso a la asistencia de emergencia y de policías.

Organizaciones femeninas de Kolkata, donde muchas quedaron impactadas con la noticia de una mujer violada dentro de un automóvil por un grupo de hombres que la abordaron al atardecer en el bulevar Park Street, dicen que están hartas de este «sistema insensible».

«Cerca de Kolkata, la localidad de Barasat se hizo famosa por las periódicas agresiones contra mujeres, y todavía no hay ninguna presencia policial para ayudar a que las muchachas lleguen seguras a su casa», dice Gupta. «Hay una total falta de acción y eso alienta a los hombres a ser agresivos con las mujeres».

Según estadísticas de 2011 de la Oficina Nacional del Registro de Delitos, Bengala Occidental registró el12,7 por ciento del total de delitos cometidos contra las mujeres, unos 29.133 casos de los 228.650 denunciados en todo el país.

La víctima de Park Street, que apareció en los canales de televisión tras el último incidente de Nueva Delhi, dijo que aún está esperando que se haga justicia en su caso, con dos imputados fugitivos y un juicio sin empezar.

Leyes sobre violación y lagunas en la justicia

Según Ranjana Kumari, directora del Centro de Investigación Social de Nueva Delhi, India necesita revisar de inmediato sus leyes y la propia definición de violación. «Desde hace siete años está pendiente una enmienda a la ley. Los anexos están preparados después de muchas consultas, pero el gobierno no se toma en serio la aprobación parlamentaria».

«Nuestra legislación no define de forma adecuada qué es una violación. Solo habla de la penetración del pene. También deben ser más severos los castigos, y la asistencia económica a la víctima no debería llamarse 'compensación'». «También estamos en contra de toda reconciliación entre el violador y su víctima. Algunas estimaciones dan cuenta de unos 100.000 casos de violación en varios tribunales. Nosotros registramos 40.000. Pero independientemente de las cifras, es necesario que los casos se diriman en tribunales especiales», indica Kumari.

Los jóvenes también quieren que haya cambios en la legislación

Un grupo de estudiantes de Kolkata, que hace poco reunió a 6.000 personas en una manifestación tras el episodio de Nueva Delhi, dijo que seguirá reclamando un cambio en el sistema y en las leyes del país.

Altamash Hamid, de 21 años, que encabezó la marcha de Kolkata, nos comenta: «Queremos mantener el movimiento y pedir al presidente de India que cambie la legislación sobre violación, inculcar en la gente el miedo al derecho y ofrecer más seguridad en las calles».