Once países de la UE impondrán una tasa a la transacciones financieras

La siempre utópica Tasa Tobin será una realidad en Europa. Los ministros de Economía de la UE han autorizado que once Estados de la Unión, entre ellos España, apliquen un impuesto a las transacciones financieras, con el que se busca que los bancos paguen una parte de su responsabilidad en la crisis. Se calcula una recaudación de unos 37.000 millones de euros anuales.

Distrito financiero de Fráncfort (Alemania)
Distrito financiero de Fráncfort (Alemania) / Foto:Frankfurt.de

No fue posible aplicarla a nivel mundial, ni siquiera a nivel europeo. Tan solo once países de la UE avanzarán en solitario para la imposición de la tasa, en lo que se llama una cooperación reforzada, una figura que permite a un mínimo de nueve países legislar sobre un asunto siempre que el resto se lo consientan. «Hoy es un hito en la historia fiscal mundial. Por primera vez, la tasa a las transacciones financieras se aplicará a nivel regional», ha dicho el comisario de Fiscalidad, Algirdas Semeta.

Así ha sido esta vez, con la abstención de cuatro países: Reino Unido, Luxemburgo, Malta y Eslovaquia. Los británicos son los principales opositores a la Tasa Tobin, al entender que tendrá un efecto negativo de deslocalización financiera en las plazas europeas, es decir, principalmente en la City londinense.

Así que Austria, Alemania, Bélgica, España, Estonia, Eslovenia, Eslovaquia, Francia, Grecia, Italia y Portugal impondrán un impuesto a los bancos, aunque aún no se conoce en qué términos y condiciones. «Un bloque que representa alrededor de dos tercios del PIB de la UE aplicará esta tasa conjuntamente, respondiendo al llamamiento que sus ciudadanos realizan desde hace tiempo. Y al hacerlo allanan el camino para que otros hagan lo mismo», ha señalado el comisario europeo.

La propuesta inicial de la Comisión Europea era del 0,1 % a las transacciones de instrumentos financieros y del 0,01 % para productos financieros derivados, aunque serán los Estados los que tendrán que decidirlo. Los cálculos de Bruselas hablaban de una recaudación de 55.000 millones de euros anuales que otras instituciones económicas rebajan hasta 37.000 millones. El ejecutivo comunitario presentará una propuesta definitiva en las próximas semanas.

La organización humanitaria Oxfam ha señalado que la aplicación del impuesto «es un ejemplo que el resto de Europa y el mundo deberían seguir», aunque ha pedido que buena parte de la recaudación se destine a «ayudar a los más pobres, que son los que han sufrido un mayor impacto de la crisis financiera, y para el cambio climático».