Los sindicatos europeos piden un cambio «sensible» en las políticas sociales

Ignacio Fernández Toxo, presidente de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), ha pedido en la inauguración de la conferencia de alto nivel que conmemora el 40 aniversario de la institución un cambio «sensible» en las políticas económicas sociales, teniendo en cuenta la «delicada» situación que está viviendo la UE. Ha asegurado que los sindicatos van a seguir pidiendo «pasos más decididos para afrontar de otro modo la crisis».

La ministra de empleo, Fernández Toxo, Cándido Méndez
Inauguración conferencia 40 aniversario sindicatos europeos/ Foto: CES

El secretario general de CC OO y presidente de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha recalcado este lunes que «el empleo debe ser la prioridad, deben implementarse políticas sensiblemente distintas».

La Conferencia de la CES, con el título de «Celebrar el pasado, mirando hacia el futuro», reúne a los principales dirigentes sindicales europeos, también asisten el Presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, el comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, Lázló Andor, y el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios Olli Rehn. En la inauguración ha estado presente la ministra de Empleo Fátima Báñez.

El sindicato alemán DGB defiende la necesidad de un «plan Marshall» con el que se puedan crear hasta 9 millones de empleos y contrarrestar la política de austeridad que siguen la mayoría de los países europeos.

En el plan se propone un programa de inversiones (260.000 millones anuales, aproximadamente el 2% del PIB europeo) para estimular la economía europea. El texto reclama inversiones en industria y servicios sostenibles, en educación y formación, en investigación y desarrollo, en la eficiencia de las administraciones públicas y en la adecuada participación de todos los grupos sociales en un futuro mejor.

Los sindicatos alemanes pretenden una combinación de medidas institucionales, inversiones públicas directas, subsidios a la inversión para empresas e incentivos al consumo, como medidas para combatir la crisis a corto plazo pero también a largo plazo, asegurando perspectivas de crecimiento y empleo. Para financiar el plan, los sindicatos alemanes proponen la creación de un «Fondo para el Futuro de Europa» –bajo el control del Parlamento Europeo- y la emisión de bonos. Estas obligaciones se nutrirían con un impuesto extraordinario sobre el patrimonio del 3%, aplicable a todas las fortunas privadas superiores a 500.000 euros en el caso de personas solteras, y en un millón de euros en el caso de las personas casadas.