Inmigración de ida y vuelta en el Mediterráneo

Mohamed Rachid acaba de llegar desde Burdeos en coche con su família a Algeciras. Enseña su carnet de conducir a un policía antes de subir al ferry que les cruzará el Mediterráneo hasta Marruecos. Nojian, tirita de frío en los brazos de su madre en el puerto italiano de Roccela Jonica. Acaba de nacer en una patera que cruzaba el Mediterráneo desde algún puerto de Turquía. Son las dos realidades de la emigración entre África y Europa.

Aduana de Algeciras repleta de coches
Aduana de Algeciras / Foto: youtube

Mohamed Rachid acaba de llegar desde Burdeos en coche con su familia a Algeciras. Enseña su carnet de conducir a un policía antes de subir al ferry que les cruzará el Mediterráneo hasta Marruecos. Nojian, tirita de frío en los brazos de su madre en el puerto italiano de Roccela Jonica. Acaba de nacer en una patera que cruzaba el Mediterráneo desde algún puerto de Turquía. Su madre que se recupera del parto, le dice al Carabinieri que su nombre significa "Nueva vida". Las dos han llegado en una barcaza con otras 160 personas a bordo. Son las dos realidades de la emigración entre África y Europa.


Es una imagen tradicional en Algeciras, que se repite cada verano. La Operación Paso del Estrecho (OPE) se inicia hoy para facilitar el largo viaje de miles de emigrantes que vuelven a sus países de origen en el continente africano, y disfrutar de unas vacaciones junto a su familia. Una travesía que hacen cada año unos dos millones de personas y que les lleva a recorrer en algunas ocasiones más de 2.000 kilómetros en dos días.

En las costas de Sicilia y Calabria han llegado en las últimas horas unos 290 inmigrantes irregulares. Entre ellos hay una mujer que ha dado a luz una niña durante la travesía. La policía costera interceptó, de madrugada, la barcaza con 160 personas a bordo. Entre ellas se encontraba Nojian y su madre, que acababa de parir unas horas antes. Las dos han sido trasladadas a un centro hospitalario donde reciben asistencia médica. Junto a ellas han viajado otras 14 mujeres y 8 niños, que llevaban 7 días embarcados. La mayoría son afganos o sirios.

En España los puertos de Alicante, Almería, Málaga, Algeciras, Tarifa y Motril están preparados para la Operación del Estrecho. En el dispositivo especial, que acabará el 15 de septiembre, participan 7.000 miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, policía portuaria y agentes locales. Se espera que los primeros usuarios de esta ruta sean esta semana magrebíes residentes en Alemania y Holanda, y que una semana después lleguen fundamentalmente de Bélgica y Francia, país este último de donde procede el mayor porcentaje de viajeros de la OPE.

Los preparativos no se realizan únicamente en el mar, también en otros puntos del interior de la península como Oyarzun, Horcajo, Valdepeñas, Loja, Villajoyosa y Ribera de Cabanes, dotados con servicios de información, sanitarios y aseos. En esos puntos hacen pequeños descansos en un viaje duro, que tratan de hacer casi de una vez: "Paran en las áreas de servicio por las noches, pero lo normal es que duerman en ellas una media de entre cuatro y seis horas", según explican los responsables de la organización Estrecho. Otro aspecto significativo de estos viajes es el elevado volumen de equipaje que llevan en los vehículos, repletos de bultos por dentro y cargados hasta arriba en coches con bacas tapadas con lonas. La mayoría aprovechan para llevar a sus familiares productos que no tienen allí.

El perfil del viajero está cambiando con los nuevos tiempos y que el hecho de que las segundas y, sobre todo, las terceras generaciones hayan nacido ya en Europa representa un menor apego a los países de origen, lo que ha hecho disminuir el número de viajeros. A lo que hay que añadir que cada vez hay mejores coches. Además con los viajes de "low cost" muchos también realizan el viaje en avión. El 45 por ciento de los magrebíes se trasladan en transporte aéreo.

La Operación Paso del Estrecho, que tuvo su primera edición en 1986, ha transformado mucho su rostro desde la década pasada. Las mejoras de coordinación del dispositivo nacional, la prestación de servicios sociales y sanitarios y las mejoras en la organización de Puertos del Estado, con Algeciras como embudo principal, han hecho que el dispositivo sea mucho más fluido en los últimos años y que los tiempos máximos de espera para embarcar y cruzar el Estrecho se hayan reducido a una media de dos horas.

Atrás han quedado los tiempos en los que el duro viaje desembocaba en un calvario en el puerto de Algeciras. Un calvario que todavía continuará para los emigrantes que esta madrugada llegaban a Italia procedentes de puertos turcos, aprovechando el mejor tiempo en esta época del año.