La UE pierde fuelle en la lucha contra el cambio climático

Una reducción del 40 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a los niveles de 1990, y un objetivo vinculante de al menos un 27 % de energías renovables son las aspiraciones de la UE para 2030. Hay que tener en cuenta que es un objetivo de toda la UE con lo que países como España no van a tener que cumplir esos objetivos.

Un aerogenerador
El cambio climático y la energía van de la mano en la UE/ Foto: CE

Pero tampoco es seguro que los vayan a cumplir el resto de los Estados miembros ya que la Comunicación de la UE tiene que presentarse al Consejo de jefes de Estado y de Gobierno y es muy probable que rebajen las aspiraciones de la Comisión, aunque quizá el Parlamento Europeo dé la batalla para mantener cotas más altas.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ha declarado que «el paquete presentado hoy demuestra que no hay nada de contradictorio en abordar estos dos aspectos (lucha contra el cambio climático y política energética) de manera simultánea, sino que estos se refuerzan mutuamente».

No piensa lo mismo Ecologistas en Acción, que ha dicho que «Europa cede a los intereses empresariales en la lucha contra el cambio climático».

Para Amigos de la Tierra una reducción del 40 % para 2030 respecto a los niveles de 1990, es «una meta insuficiente» que «se aleja de las recomendaciones de los expertos en clima».

La Comisión Europea plantea también reanimar la compra venta de derechos de emisiones que se tuvo que hacer a un lado debido a la caída de los precios. Ahora propone hacer una especie de regulador de los derechos de emisión que se pondría en marcha en 2021 y abriría o cerraría el grifo de bonos para que el mercado no se viera inundado y pasara lo que ahora.

La crisis ha puesto una zancadilla a la marcha europea hacia una economía baja en carbono y va a ser complicado que se pueda levantar. El mismo Günther Oettinger, comisario de Energía, lo deja ver cuando afirma «El marco de 2030 fija metas muy ambiciosas en cuanto a la acción contra el cambio climático, pero también reconoce que estas deben alcanzarse al menor coste».

Oettinger se refiere también a la importancia del mercado interior de la energía «base para la consecución de estos objetivos» y a la 'europeización' de la energía. Una tarea ardua teniendo en cuenta que es un mercado fragmentado que necesita grandes inversiones en infraestructuras.

La prueba más fehaciente está en el documento que publica la CE junto a la Comunicación y en el que se detallan los precios de la electricidad en la Unión. España es el segundo país donde más ha subido el precio de la electricidad para los hogares. Entre 2008 y 2012 subió un 46 %, solo va por delante Lituania con un 47 %. En el conjunto de la UE los precios de la electricidad subieron una media de un 4 % anual.

Bruselas atribuye el aumento a los costes de distribución, a la subida del IVA, las primas a las renovables y a la cogeneración. En cuanto a la industria en España, la electricidad ha subido menos, un 12 %. En el conjunto de la Unión el aumento fue del 3,5 % anual. En cuanto al gas doméstico el precio aumentó un 39,5 %.

La UE debe consensuar sus medidas de lucha contra el cambio climático que presentará en la Conferencia de las Partes sobre cambio climático (COP 21) que se celebrará en París el próximo año.