Aumenta el "trabajo negro" en la Europa del Este

El Banco Mundial está preocupado por el alto índice de trabajo negro en los países de la Europa del Este, que reduce las fuentes de financiación presupuestaria de los gobiernos y los sistemas de protección social. El BM subraya que «es necesario integrar a este sector informal de trabajadores y empresas en la economía legal para asegurar a largo plazo el crecimiento económico en la Europa del Este».

Un trabajador de la construcción entre sacos de cemento
Trabajador construcción / Foto: eXp

Para los responsables del Banco Mundial, el sector informal representaba en 2007, cerca del 40 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en Bulgaria, alrededor de un 30 por ciento en Rumanía y más del 20 por ciento en Hungría, y les afecta negativamente porque son unos países afectados por «la crisis del euro» y el envejecimiento de la población».

El organismo internacional considera que «los nuevos estados miembros de la UE no pueden permitirse tener un volumen tan importante de su economía en el mercado informal porque a corto plazo le afecta en los presupuestos públicos y a más largo plazo supondrá una reducción de la población activa». Para compensar la falta de ingresos en las arcas públicas, los expertos del BM, calculan que será necesario instaurar un impuesto progresivo sobre los bienes inmuebles.

Para integrar el mercado negro en la economía funcional, los economistas apuestan por imponer medidas fiscales «muy atractivas», que limiten los impuestos sobre el trabajo. Antes de poner en marcha estas medidas «se deberan estudiar las reformas teniendo en cuenta cada contexto nacional».

Especialmente preocupa este tipo de trabajos que desarrollan los jóvenes. Precisamente un informe de la Comisión Europea, muestra que el paro juvenil ha aumentado un 50 por ciento entre los jóvenes de 15 a 24 años desde el inicio de la crisis. La CE insiste en aumentar los esfuerzos para facilitar su integración. La comisaria europea de juventud, Androulla Vassiliou, ha dicho que «estoy profundamente preocupada por los efectos de la crisis en los jóvenes, porque muchos de ellos están expuestos a un riesgo de exclusión social y de pobreza».

El paro de los jóvenes ha pasado de un 15 por ciento en febrero de 2008 a un 22,5 por ciento en julio de 2012, según Eurostat. Las tasas de paro de los jovenes es especialmente preocupante en Grecia, donde 54 de cada 100 jóvenes están parados y en España con un índice del 53 por ciento.

El estudio, que se publica cada 3 años, hace un llamamaiento a las políticas orientadas a favorecer el empleo de los jóvenes, la integración social, la salud y el bien estar. Este informe debe ser aprobado por los estados y será adoptado en noviembre dentro del marco del programa «Erasmus para todos» 2014-2020, donde el objetivo es que 5 millones de jovenes pudan acogerse a estas subvenciones para poder estudiar o continuar su formación tanto en su país como en el extranjero.