Ihsan Bouabid
Aisha

Cada año miles de personas emprenden un peligroso viaje que les lleve a otras tierras donde puedan ganarse la vida y tener futuro. Pocos lo logran. El viaje de Salim y Zaki, como el de otros muchos jóvenes tunecinos, terminó de vuelta a su pueblo, apaleados, dolidos, con toda su familia empeñada para pagar el viaje a ninguna parte pero no escarmentados. Europa está enfrente y ellos tienen derecho a una vida mejor.