Melanie Mattauch
Mina alemana de lignito a cielo abierto

Johannes Kapelle toca el órgano en la iglesia protestante de Proschim desde que tenía 14 años. Ahora, a los 78 años, participa activamente en la comunidad, genera su propia energía solar y crió a tres hijos con su esposa en la granja familiar, en el pueblo de 360 habitantes de esta región de Alemania.

Pero la iglesia, su granja, el bosque que quiere entrañablemente y el pueblo entero corren peligro de desaparecer para abrir paso a la expansión de las minas de lignito de la empresa de energía sueca Vattenfall.