Brasil 2014: Suertes diferentes para Bélgica y Suiza

Los helvéticos cayeron en la prórroga ante Argentina (1-0) merced a un gol conseguido por Ángel Di María, en un partido muy abierto y ligeramente dominado por la Albiceleste. Bélgica sí que estará en cuartos de final tras derrotar a Estados Unidos (2-1) en un nuevo tiempo extra. De Bruyne y Lukaku edificaron la victoria con gol y asistencia cada uno y Green recortó distancias.

Suiza
Argentina / Foto: Getty Images

Un gol de Di María en el minuto 118, cuando el encuentro avanzaba inexorablemente hacia la tanda de penaltis, permite a Argentina prolongar su sueño de convertirse en la campeona del Mundo de naciones por tercera vez. Lo hizo ante Suiza, un equipo a priori inferior pero que exigió un esfuerzo muy importante a los jugadores de Sabella.

La trayectoria de los dos combinados en la fase de grupos hacía presagiar un enfrentamiento vistoso, con varios goles y con exhibiciones de sus líneas más eficaces: las ofensivas. Tan solo Agüero, lesionado ante Nigeria, se perdió la cita.

Dominio alterno sobre el terreno de juego del Arena de São Paulo en la primera parte. Los sudamericanos salieron decididos a conservar la pelota y aproximarse al área suiza sin prisas. Los centroeuropeos se replegaron bien atrás durante los momentos iniciales y también ganaron metros para intentar marcar algún tanto que rebajara la moral contraria. Así fue como Inler, antes del 10, tiró alto un balón tras un saque de esquina botado en corto. Los defensas rojos tenían bien atado a Messi, pero aún de esta manera el astro del Barcelona demostró que es capaz de liársela a quien sea. Un slalom protagonizado por él terminó con un gran Ricardo Rodríguez desbaratando su acción individual.

El conjunto helvético fue soltándose a medida que avanzaba el cronómetro. Buena prueba de ello es un remate desde dentro del área de Xhaka a pase de Shaqiri que desvió con la pierna Romero. Drmic, poco antes del descanso, también pudo obtener su momento de gloria pero su vaselina ante el portero argentino quedó corta. Entre las dos acciones asomó la cabeza Di María, quien sirvió un córner perfecto que Garay no remacha por muy poco.

En la segunda mitad la Albiceleste fue de menos a más. Shaqiri volvió a recabar toda la atención al chutar una falta cuyo balón detuvo Romero con incertidumbre. Otro remate de Drmic un minuto después tampoco deshizo la igualdad momentánea pero lanzaba avisos a la selección de Sabella, muy desenchufada del 45 al 60.

No obstante, la última media hora tuvo un claro control latino. De primeras, Benaglio estuvo cerca de ser el verdugo de su equipo al no atrapar un disparo de Rojo. El cancerbero sí que atajó un testarazo de Higuain cuando la marea argentina ya se levantaba de sus asientos para cantar el primero. Al ver peligrar la clasificación para cuartos de final, Messi salió al rescate. 'La Pulga' buscó insistentemente su quinto tanto en el Mundial. Desde la frontal no tuvo suerte ya que un intento desde esa zona se fue justo por encima del travesaño. Sus compañeros no conectaban buenos cabezazos a sus centros y, cuando conseguía ver puerta rodeado de contrarios, aparecía Benaglio para mantener el 0-0 y facilitar la disputa de la cuarta prórroga del torneo.

El guardameta suizo mantuvo con vida a los helvéticos en el tiempo extra. Evitó un gol de Garay en un nuevo remate de córner y otro de Di María desde fuera del área. El 'Fideo', a dos minutos de llegar al final, selló la clasificación de sus compatriotas para la siguiente fase. Lichtsteiner pierde la bola en la divisoria y Messi corre en diagonal para asistir al '7', que pilló al contrapié a Benaglio. A nada estuvieron de empatar los de Hitzfeld. Un buen centro de Shaqiri lo empotraba en el poste Djourou y, en el rebote, el defensa mandó fuera la pelota. Segundos después, con el portero suizo en el área opuesta, Di María probó suerte desde el centro del campo, pero no sacó petróleo de la jugada.

Argentina, sin hacer demasiado ruido, está entre las ocho mejores del torneo. La doble campeona mundial cuenta sus partidos por victorias en Brasil y tiene en Bélgica al último escollo para regresar a unas semifinales mundialistas 24 años después.

Bélgica sigue ahí

El equipo de Wilmots derrotó en la noche de ayer a Estados Unidos (2-1) en un choque que también necesito de una prórroga para resolverse. De Bruyne y Lukaku fueron los goleadores europeos mientras que un joven de 19 años, Green, hizo el tanto norteamericano.

Los belgas salieron decididos a llevarse el duelo y a los ciento veinte segundos Origi estrelló en Howard el balón tras un mano a mano. No defraudó el conjunto europeo en el inicio pero poco a poco fueron asentándose sobre el verde los futbolistas de Klinsmann y Dempsey avisaba con una intentona que atajó Courtois. A pesar de ello no se amilanaban los 'Rode Duivels', que liderados por De Bruyne creaban peligro de manera regular y continua. El del Wolfsburgo buscó el pase de la muerte con destino Fellaini en el área pero en la trayectoria del esférico se cruzó Beasley para mandarlo a saque de esquina. Unos instantes antes del descanso, control de Dempsey con el pecho y posterior pase de éste a Jones para el disparo del mediocentro desde la frontal, sin fructificar.

Ocasiones para ambos bandos pero con poca fortuna por el momento. La función, eso sí, cambiaría radicalmente después del paso por vestuarios, puesto que Bélgica se haría dueña y señora del partido, sin conseguir marcar al encontrarse con un invitado de excepción con el que nadie contaba.

Howard mantuvo con vida a Estados Unidos

Mertens rompió el hielo del segundo tiempo con un cabezazo envenenado que Howard mandó fuera en el último suspiro. En una acción muy parecida, el centro desde la derecha lo golpeó Origi con la cabeza y fue a parar al larguero. Casi sin tiempo para respirar, Vertonghen no dejó caer un balón aéreo y su volea perdiose a izquierda de la portería estadounidense. Acoso total belga, que en diez minutos había dispuesto de estas tres ocasiones.

El esfuerzo lo notaron los dos equipos y durante un cuarto de hora cesaron las llegadas con peligro a las metas contrarias. Estados Unidos no encontraba el camino hacia Courtois y los del Viejo Continente guardaban fuerzas para la recta final, momento en el que volvieron a bombardear a Howard. Origi lanzó el primer torpedo desde una distancia de 20 metros y el '1' del Everton, valiente, desbarató la llegada con una buena intervención. Una asistencia del propio Origi en el 75 dio pie a un nuevo mano a mano, esta vez entre Mirallas y Howard, que volvió a ganar el americano. Tres minutos después, centro desde la banda derecha que no controla Fellaini pero sí Hazard, y la rosca del jugador del Chelsea es despejada, otra vez, por la peor pesadilla de su equipo la pasada noche.

Había tiempo todavía para otra más del mejor de los estadounidenses a disparo de Origi y una clamorosa ocasión para los blancos. Wondolowski despachó alto un balón que venía cabeceado por Jones desde el corazón del área. Fue invalidada tal oportunidad por fuera de juego, aunque, como bien se mostró en la repetición, el atacante no estaba en posición antirreglamentaria.

Mayor pegada europea en la prórroga

Saltó al verde Lukaku para los treinta minutos extra y revolucionó el partido. En su primera aparición, avanzó como un puñal por la banda derecha y metió el balón al centro del área. De Bruyne lo recogió de espaldas, se dio la vuelta ante tres rivales y remató cruzado para poner el 1-0. No habían finalizado los primeros quince minutos cuando De Bruyne le devolvió la asistencia al '9' para que batiera por el palo corto a Howard. Ahora sí, los de Wilmots lo habían conseguido y ponían pie y medio sobre los cuartos de final.

Todavía penó más Bélgica porque, recién estrenado el segundo tiempo de la prórroga, Julián Green recortó diferencias al pegarle mordida a la bola después de un pase en posición centrada de Bradley. A poco del pitido final, un saque de falta se convirtió en la triangulación perfecta para Estados Unidos y le otorgaba la oportunidad de empatar. Dempsey, quien se encargó de finalizar la jugada delante de Courtois, vio cómo el arquero impedía el 2-2 y aclaraba el futuro de las dos selecciones.

Los ganadores son el cuarto equipo europeo en acceder a cuartos de final, sumándose a Francia, Alemania y Holanda. Si tenemos en cuenta que los otros cuatro equipos supervivientes son americanos, concluiremos que el Mundial se ha convertido desde ya en una guerra sin cuartel entre los dos continentes.