Bruselas niega que un plan de crecimiento sea alternativa a los ajustes

Recortes presupuestarios y medidas de crecimiento no son alternativa, son esfuerzos complementarios. Bruselas insiste en esa idea, para frenar las informaciones que hablan de giro político a la crisis en Europa, y recuerda que la UE tiene una estrategia para crecer y crear empleo, elaborada en 2010. No dice que los avances de esa agenda han sido escasos, cuando no nulos.

Pia Ahrenkilde, portavoz de la Comisión Europea
Pia Ahrenkilde, portavoz de la Comisión Europea / Imagen:CE

«No se trata de elegir entre la consolidación y el crecimiento, necesitamos las dos y el presidente (Barroso) lo ha recordado en numerosas ocasiones», ha declarado en rueda de prensa la portavoz de la Comisión Europea, Pía Ahrenkilde.

El ejecutivo comunitario asegura que la estrategia Europa2020, acordada por los 27 y el Parlamento Europeo en 2010 es ya una agenda para el crecimiento sostenible y un proyecto capaz de adaptarse los retos que tiene la Economía de la UE.

La estrategia 2020 se elaboró como el gran plan de trabajo de la UE para los próximos diez años, en los que se trabajaría para conseguir una Europa con una economía inteligente, sostenible e integradora, mediante ambiciosos objetivos en empleo, educación, energía o innovación. La crisis echó por tierra la mayoría de los propósitos, para los que se necesitan fuertes inversiones públicas y privadas.

En un sí, pero no, la portavoz de la Comisión Europea, ha reconocido, sin embargo, que Bruselas contempla añadir a las medidas ya previstas, la ampliación del capital del Banco Europeo de Inversiones (BEI), como anuncia la canciller alemana, Angela Merkel, y pide el candidato socialista a la presidencia de Francia, François Hollande; y la creación de eurobonos para conseguir más inversiones para el crecimiento.

Pía Ahrenkilde ha negado que el futuro plan de crecimiento tenga ya una dotación de 200.000 millones de euros, como han apuntado algunos medios, ni que se trate de un Plan Marshall para impulsar las inversiones públicas y los proyectos de infraestructura, energías renovables o última tecnología. El diario El País había informado en ese sentido y aseguraba que el dinero saldría del BEI, el Mecanismo Europeo de Estabilidad y del propio presupuesto comunitario que gestiona la Comisión Europea.