Ciudades mineras patrimonio de la Humanidad

La Unesco ha inscrito 7 nuevos sitios europeos en su lista del Patrimonio Mundial, que entran a formar parte de los 962 espacios que recoge la prestigiosa lista. Almaden (España), Idria (Eslovenia), Calais (Francia) y Bois-du-Luc (Bélgica) son los complejos mineros que han visto reconocido su esfuerzo por matener su patrimonio a lo largo de los años. Conoce esos lugares.

Ascensor a la entrada de la mina de Bois du Luc (Bélgica)
Entrada mina Bois du Luc / Foto: Jean_Pol_GRANDMONT

Patrimonio del mercurio Almadén e Idria (Eslovenia/España)

Las minas de Almadén son el mayor yacimiento de mercurio (azogue) del mundo. Han estado en explotación ininterrumpidamente desde la época romana, y se calcula que de ellas se obtuvieron más de 250.000 toneladas de este metal líquido. Incluye varios lugares relacionados con su historia minera, como el castillo de Retamar, edificios religiosos y pozos tradicionales.

Las minas de Idria, en Eslovenia, donde se halló mercurio por primera vez en el año 1490. Hay almacenes e infraestructura relacionada con el mercurio, así como viviendas de mineros y un teatro. Ambos sitios dan testimonio del comercio intercontinental de ese metal, que generó importantes intercambios entre Europa y América durante siglos. Las de Almadén e Idria son las minas de mercurio más grandes del mundo y estuvieron operativas hasta hace pocos años, cuando se prohibió el uso del mercurio por los problemas de salud que puede ocasionar.

Cuenca minera de la región Nord-Pas de Calais (Francia)

La extracción del carbón en esta cuenca minera ha configurado el paisaje de Calais, a lo largo de unos tres siglos, desde 1700 hasta la segunda mitad el siglo XX. 120.000 hectáreas donde se encuentran 109 elementos diferentes relacionados con la extracción del mineral: pozos de minas (el más antiguo data de 1850), montacargas y ascensores, escombreras (algunas tienen una superficie de 90 hectáreas y sobrepasan los 140 metros de altura), infraestructuras para el transporte del carbón, estaciones de ferrocarril, caseríos de obreros y pueblos mineros con viviendas sociales, residencias de propietarios y administradores, escuelas, iglesias, dispensarios, centros comunitarios, oficinas de compañías mineras, sedes municipales y otros edificios. La Unesco considera que este lugar es una muestra de los esfuerzos realizados desde mediados del siglo XIX hasta los años sesenta del siglo pasado para crear ciudades obreras modelo y, al mismo tiempo, constituye un testimonio de un periodo importante de la historia de la industria europea. También proporciona un ejemplo de las condiciones de vida de los trabajadores y de la solidaridad obrera.

Sitios mineros de Valonia (Bélgica)

Como nace un pueblo industrial en el s. XIX y se convierte en una ciudad que desafía al siglo XXI. Esa es la historia de Bois-du-Luc, en Bélgica, donde descubrimos la vida diaria de un minero, su familia, su trabajo. A principios del s. XIX, la Société des Charbonnages du Bois-du-Luc (creada en 1685) fundó la fosa minera de Saint-Emmanuel. Alrededor de este pozo, en el que los hombres descendían a menos de 558 m bajo tierra, se construyó un modelo de pueblo único. Los obreros contaban con una infraestructura para alimentarse (ultramarinos, carnicería, molino para la fabricación artesanal de cerveza), sanarse (hospicio, hospital), descansar (sala de fiestas, parque y quiosco, un arsenal de ocio), instruirse (escuelas, bibliotecas) y rezar (iglesia Sainte-Barbe). Bois-du-Luc es actualmente un punto importante dela Ruta Europea del Patrimonio Industrial (Erih).

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