Cuenca, Teruel y Soria piden ayuda a la UE para luchar contra el despoblamiento

Desde antes de la revolución Industrial, la economía de las regiones ya iba estrechamente ligada al número de habitantes. Las zonas con más oportunidades laborales, es decir, aquellas con más industria y un tejido empresarial más numeroso, han ido atrayendo cada vez a más personas. En este sentido las áreas de Madrid, Barcelona, Levante o el noreste de España, concentran a día de hoy tanto la mayor densidad de población como la mayor presencia de empresas tanto nacionales como internacionales y, por ende, también un mayor número de oportunidades laborales.

Vista general de un pueblo de Cuenca
Amplias regiones españolas están sufriendo la despoblación

Como también sucede en otros países de Europa, algunas regiones del centro de España sufren la despoblación. La marcha de sus habitantes a otras provincias con mayores oportunidades laborales y económicas, y la difícil regeneración poblacional colocan a las ciudades con menos habitantes de España a la cola de la competitividad y el mercado laboral, ofreciéndoles un futuro aún más negro para las actuales y siguientes generaciones.

Un estudio elaborado por las patronales de Cuenca (CEOE-CEPYME), Soria (FOES) y Teruel (CEOE) desvela que estas tres regiones en su conjunto -exceptuando las capitales de provincia-, poseen en torno a solo seis habitantes por kilómetro cuadrado. También sus capitales son de las menos pobladas del país. Teruel con poco más de 35.000 habitantes, Soria con 40.000 y Cuenca con 56.000 habitantes son, junto a Segovia, Huesca y Ávila -ninguna de ellas supera los 60.000 habitantes- las regiones menos pobladas de España.

Es por ello que las provincias de Teruel, Soria y Cuenca han exigido delante de la Comisión Europea ayudas contra el despoblamiento, que sigue acrecentándose en tiempos de crisis. «Estamos ante una despoblación muy acentuada, pues está por debajo de los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado que marca la Unión Europea», ha explicado Santiago Aparicio, presidente de FOES en Bruselas. Y ha instado a que estas tres provincias se beneficien especialmente de los fondos de despoblación con los que cuenta la Unión Europea para ayudar a este tipo de regiones. Para la UE se considera despoblamiento cuando no se superan los 7 habitantes por kilómetro cuadrado.

Otros países como Reino Unido, Suecia o Finlandia ya han optado por beneficiarse de estos fondos suscritos en el Acuerdo de Asociación 2020-2026, aunque los representantes de las tres provincias españolas han pedido acuerdos intermedios antes de que lleguen estas fechas con tal de evitar un mayor descenso de su población, que cae en picado desde hace una década. La UE ya ha reconocido la baja densidad de población de Teruel, Soria y Cuenca, así como el Acuerdo de Asociación 2014-2020 del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ante el organismo comunitario. Sin embargo, aún no se les ha dotado de ninguna partida económica.

Las tres provincias se quejan también de falta de apoyo del Gobierno español respecto a sus reclamaciones en Bruselas, «hasta ahora no ha habido un apoyo real a esta iniciativa», ha asegurado Ignacio Villar, miembro del Comité Ejecutivo CEOE-CEPYME de Cuenca. Villar también ha añadido que «siguen existiendo provincias privilegiadas» en el reparto de fondos estructurales en España lo cual, dice, ha creado grandes desigualdades, aunque sin llegar a citar el nombre de ninguna.

Uno de los principales problemas de estas tres provincias es la falta de empleo y la falta de apoyo a las pymes de las zonas menos pobladas de España. Es por ello que sus representantes se han reunido con el director general de la Comisión Europea para tratar de dibujar iniciativas que impulsen el tejido empresarial en estas zonas. Las organizaciones aseguran que presentarán una serie de proyectos empresariales que permitan impulsar la economía y fijar la población, como sería la implantación de la banda ancha.

A estos problemas se suma el creciente envejecimiento de la población, pues más del 65 % de la población en algunas de estas regiones superan los 65 años.