El Cambio Climático hará perder a las especies tres veces más área de distribución de lo previsto

Un estudio del CSIC advierte de los efectos del calentamiento sobre la biodiversidad con un nuevo modelo teórico comprobado empíricamente. La predicción observa la capacidad de adaptación a los cambios ambientales de las diversas poblaciones de una misma especie.

Pinos silvestres, unos con todo el follaje y otros completamente pelados
Pinos silvestres de la Sierra de Guadarrama afectados por el Cambio Climático/ Foto: F.V.

Las especies animales y vegetales podrían perder entre dos y tres veces más área de distribución por el cambio climático de lo que se preveía hasta ahora, según un estudio liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Este trabajo, publicado en la revista Ecology Letters, toma en cuenta la capacidad de adaptación a los cambios ambientales de las diferentes poblaciones de una misma especie, en vez de tomar a las especies como bloques uniformes, como hacen los modelos actuales que predicen los efectos del cambio climático sobre la biodiversidad.

«Las especies animales y vegetales no funcionan como bloques uniformes sino que están compuestas por distintas poblaciones cuyas características funcionales y su plasticidad fenotípica varía», explica el investigador del CSIC Fernando Valladares, del departamento de Biogeografía y Cambio Climático del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Con este nuevo estudio, las predicciones ante el cambio climático son más pesimistas. «Los cálculos sugieren que las especies podrían perder entre dos y tres veces más área de distribución por el cambio climático al considerar tanto la variabilidad poblacional como las barreras geográficas y humanas», añade Valladares.

El científico explica que en el estudio se han creado cinco escenarios en función de la plasticidad fenotípica de las poblaciones a la temperatura. «Cada escenario corresponde a un grupo de especies. Los grupos resultaron de revisar un amplio y variado número de plantas y animales y de clasificar las diferencias poblacionales de su plasticidad fenotípica y su adaptación local a las temperaturas», explica Valladares.

La incorporación de esta información para cualquiera de los grupos ha dado lugar a áreas de distribución futura más pesimistas que las que resultan de los modelos hasta la fecha, argumenta el investigador.

«Los resultados obtenidos al probar el modelo con los datos de las poblaciones del pino silvestre, Pinus sylvestris, una especie de amplia distribución en el Paleártico, han confirmado las predicciones teóricas», concluye Valladares.