El Eurogrupo, incapaz de llegar a un acuerdo con Grecia

Nada de acuerdos. «No hemos podido encontrar una posición común, continuaremos las negociaciones el lunes», ha declarado el presidente del Eurogrupo, Jeroem Dijsselbloem. Tras horas de negociaciones, los ministros de la zona euro no han podido llegar a un acuerdo respecto a Grecia. Las conversaciones proseguirán la próxima semana en la que los ministros volverán a reunirse.

Christine Lagarde y Varufakis, charlan
Christine Lagarde y Varufakis, antes de que comience el Eurogrupo/ Foto: CE

¿Está sobre la mesa que Grecia salga del euro? Hemos preguntado los periodistas a Yanis Varoufakis a su entrada en la reunión extraordinaria del Eurogrupo. «Absolutamente no», ha contestado lacónicamente. Se ha tratado de una primera toma de contacto del gobierno griego con las normas férreas del Eurogrupo. El flamante ministro heleno de riguroso negro y experto en estrategia de juegos, Yanis Varoufakis, ha puesto sobre la mesa el programa puente para convencer a sus socios de que otra política en Grecia es posible. Sin embargo, los titulares de economía ya habían anunciado que difícilmente se llegaría a un acuerdo hoy. Y no se equivocaban.

A la salida de la reunión, el español Luis de Guindos al ser preguntado si había sido mejor o peor que al principio de reunirse, ha contestado: «igual». No hay progresos, y a esperar hasta el lunes.

El nuevo titular de economía, Yanis Varoufakis, bloguero y adicto a twitter, ha cambiado su chaqueta de cuero motera por una bufanda de cachemir, más del estilo de la acreedora presidenta del FMI, Christine Lagarde. Ésta, en un cambio de roles o guiños al nuevo miembro del Eurogrupo, llevaba chaqueta de piel negra. En el encuentro que han tenido previo al de los ministros de la moneda común, Lagarde ha asegurado que la reunión había sido «excelente». Pero ni siquiera los modales han podido cambiar lo que se cocía dentro: conversaciones exhaustivas y sin apenas progreso.

Hoy ha sido una primera toma de contacto para escuchar al gobierno heleno. Pero los socios comunitarios han avisado: 'aliviar' la pesada carga de la deuda como pide Atenas, no es lo mismo si se aceptan ciertas condiciones. Atenas está sola en su plan, aunque si bien es escuchada en París y Roma, todos los países recuerdan que Grecia tiene ciertos compromisos que debe cumplir. Ni siquiera los países del sur, como España y Portugal, que han tenido que soportar rescates, recortes y las visitas de los temidos hombres de negro quieren oír hablar de hacer concesiones a Grecia. El titular español, Luis de Guindos, ha apelado a la «solidaridad sin parangón» de los españoles al país heleno y ha recordado que, del mismo modo, que otros países han estado bajo programas de rescate, Grecia también debe cumplir con su parte del pacto.

En la misma línea se ha mostrado el ministro de economía de Portugal, Antonio Pires de Lima, quien ha asegurado que el país luso tuvo que hacer «todo lo que era necesario» para acabar con las sospechas hacia el país, y Grecia debería seguir el mismo camino. Fuentes diplomáticas consideran que en caso de que se le aplicaran concesiones a Grecia, otros países rescatados pedirían también igual trato. Las mismas fuentes también indican que el programa puente al que aspira Grecia sería el más plausible, pero a cambio de reformas.

La reunión de los ministros de la zona euro empezó hoy mirando al próximo lunes, donde los mismos titulares se encontrarán de nuevo. A sabiendas de que no se llegaría a un acuerdo. El presidente del Eurogrupo, Jeroem Dijsselbloem, entró asegurando que estaba dispuesto a escuchar las propuestas del ministro de economía heleno, así como su voluntad de que Grecia siga por la senda del crecimiento y del superávit primario.

El proyecto del gobierno heleno

Varoufakis, ha podido aplicar su teoría de los juegos a los ministros de economía para intentar convencerles en primer lugar de que concedan a Grecia un crédito puente hasta septiembre que ayude a aliviar la excesiva carga financiera que soporta. A cambio, Atenas se comprometería al 70% de las reformas que exige la troika y dejar el 30% restante a un paquete negociado con la OCDE, en el que no se incluiría ni la reforma laboral, ni más recortes de pensiones.

Por otra parte, aumentar el gasto público manteniendo un superávit primario del 1%, con la posibilidad de intercambiar los bonos de deuda por títulos de crecimiento y así aligerar la grave emergencia social que sufre el país.

El problema griego sin embargo no acaba aquí, a partir de hoy el Banco Central Europeo ha dejado de contar con la deuda griega como aval para obtener financiación, por lo que tendrá que acudir a la línea de financiación de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés), un mecanismo mucho más caro para financiarse.

Una fuente comunitaria contaba antes de la reunión del Eurogrupo que Bruselas quiere escuchar, pero que «el tiempo no es inocente». Recordando así que Grecia ha empezado su semana clave y que el tiempo de pedir un rescate se agota. El próximo 28 de febrero expira la fecha para que Grecia pueda pedir el último tramo del rescate 'ligero' de 7.000 millones de euros.

Ante el apretado calendario, Varoufakis respondió en la conferencia con su homólogo francés: «Desde hace cinco años, Grecia ha estado viviendo por el próximo tramo de rescate, como un drogadicto ansioso de su próxima dosis. Lo que quiere este gobierno es acabar con esta adicción».

El lunes los ministros de la moneda común volverán a reunirse y esperan avanzar. Las negociaciones prosiguen.