Entra en vigor la cuenta bancaria única en Europa
Con la SEPA desaparecen las comisiones internacionales de los bancos en la zona euro Desde el 1 de agosto, ciudadanos, empresas y agentes económicos en general pueden pagar o cobrar en euros en todos los países de la eurozona, en las mismas condiciones que si lo realizaran en su propio país. Desde hoy un ciudadano o empresa de la zona euro podrá tener una cuenta bancaria única lo que le permite pagar con tarjeta de débito en cualquier país sin cargos de comisiones y mejora las transferencias transfronterizas.
Tarjetas bancarias UE
Tarjetas bancarias UE / Foto: CE

Con la SEPA desaparecen las comisiones internacionales de los bancos en la zona euro

Desde el 1 de agosto, ciudadanos, empresas y agentes económicos en general pueden pagar o cobrar en euros en todos los países de la eurozona, en las mismas condiciones que si lo realizaran en su propio país. Desde hoy un ciudadano o empresa de la zona euro podrá tener una cuenta bancaria única lo que le permite pagar con tarjeta de débito en cualquier país sin cargos de comisiones y mejora las transferencias transfronterizas. Aparece una nueva sigla en la jerga europea, la SEPA (Zona Única de Pagos en Euros), para la Comisión Europea se crea un «verdadero mercado interior de servicios de pago en euros, en el que las transferencias, los débitos directos y los pagos entre los diferentes Estados miembros serán tan simples y rápidos como las transacciones nacionales equivalentes».

Desde hace tiempo las entidades bancarias han adaptado sus códigos de cuenta cliente (CCC) a la nueva normativa. Al código de 20 dígitos que tenían las cuentas corrientes en España se han añadido cuatro más para adaptarlo al nuevo estándar europeo bancario (IBAN). Esto permite operar en la denominada zona SEPA

El nuevo sistema también se aplicará a transacciones en euros en países que no forman parte de la eurozona a partir del 30 de octubre de 2016. Para el Ejecutivo comunitario la entrada en vigor de la SEPA «facilitará enormemente los pagos en euros para los ciudadanos y empresas y aumentará la competencia entre los bancos» en los 28 Estados miembros de la Unión Europea (UE) e Islandia, Liechtenstein, Noruega, Mónaco, San Marino y Suiza. El reglamento fue adoptado en 2012 y estableció inicialmente el 1 de febrero de 2014 como fecha límite para la migración de las transferencias de crédito y los adeudos domiciliados al formato común SEPA, pero la normativa fue enmendada en enero para ampliar la fecha límite hasta el 1 de agosto.

Los ciudadanos pueden con una única cuenta, una única tarjeta y unos instrumentos de pago con idénticas características, realizar pagos en cualquiera de los 34 países de la zona SEPA. El nuevo sistema unifica las comisiones que se cargan al cliente y no diferencia entre operativas nacionales e internacionales.

El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, ha destacado que «una gran parte de la Zona Única de Pagos en Euros se ha convertido en una realidad. En todos los Estados miembros de la eurozona los ciudadanos disponen ahora de una manera común y simple para pagar en sus países o en otros: con transferencias de crédito SEPA (SCT, sus siglas en inglés) y Adeudos Domiciliados SEPA (SDD)». Según el comisario francés, unas «transferencias más rápidas y más seguras entre cuentas bancarias en la eurozona beneficiarán ampliamente a las economías europeas».

A partir de hoy más de 500 millones de ciudadanos y más de 20 millones de empresas y otros agentes económicos podrán efectuar y recibir en la eurozona pagos en euros dentro y fuera de las fronteras nacionales, en las mismas condiciones y con los mismos derechos y obligaciones, independientemente del lugar en que se encuentren.El nuevo sistema unifica las comisiones que se cargan al cliente y no diferencia entre operativas nacionales e internacionales. Los ciudadanos pueden con una única cuenta, una única tarjeta y unos instrumentos de pago con idénticas características, realizar pagos en cualquiera de los 18 países de la zona euro.

El nuevo sistema se aplicará a transacciones en euros en países que no forman parte de la eurozona a partir del 30 de octubre de 2016.