Independencia
Muro con boquete
Cualquier manual de diplomacia recomienda acudir a la historia y la geografía como ciencias complementarias para extraer un diagnóstico adecuado y aplicar así una política eficaz para la resolución de eventuales conflictos. Sin embargo, hoy parece que se ha hecho oídos sordos de esta práctica habitual de la historia de la diplomacia para afrontar la crisis de Ucrania.
Mapa

El referéndum de independencia de Crimea ha vuelto a enfrentar a la Unión Europea y Rusia. Y no se trata solo de una fricción más, a las que estamos acostumbrados. La UE se ha mostrado incapaz de gestionar una crisis política, la de Ucrania, que ha ido degenerándose en muy poco tiempo. En menos de medio año hemos pasado de las reivindicaciones políticas de una parte de la sociedad ucraniana, -que veían en la UE el espejo en el que mirarse-, a un enfrentamiento directo con Moscú y aparecen serias dudas sobre como afectará esta situación a la UE en su conjunto.

Celebraciones en Crimea
La UE no reconoce el resultado por ser «ilegal e ilegítimo»

Ni Estados Unidos ni la Unión Europea reconocen el resultado del referéndum de Crimea. Ambos lo consideran ilegal e ilegítimo. El 95,5 por ciento de los electores crimeos ha votado a favor de la unificación con Rusia, según los datos preliminares difundidos por la Comisión Electoral y recogidos por medios rusos. La UE estudiará hoy las primeras sanciones.

Joaquín Roy
No hace muchos años, los catalanes tenían una actitud un tanto flexible acerca de su identidad. Una mayoría reconocía que se sentían por igual catalanes y españoles. Una minoría se consideraba exclusivamente catalana, mientras otra todavía menor tozudamente declaraba ser solamente española. Esta flexibilidad y cierta ambigüedad que explicaba la relativa estabilidad, sobre todo en comparación con el País Vasco, ha saltado en añicos.
Salmond levanta el dedo pulgar

Algunos paralelismo entre los toques de atención de los gobiernos británico y español a Escocia y Cataluña. Al contrario que en el caso de Madrid -donde ni se contempla la posibilidad-, Reino Unido afirma que de triunfar el sí en el referéndum tendrían que ser los restantes 27 estados miembros de la UE los que decidieran si Escocia podría entrar o no en el conglomerado europeo.

Salmond presentado libro blanco

El gobierno escocés ha publicado un informe o libro blanco, de 670 páginas sobre los beneficios de la independencia para esta región del norte de Gran Bretaña. El primer ministro ha defendido el potencial económico de «su» país apostando por invertir en educación y sanidad. El 18 de septiembre los escoceses podrán decidir si quieren ser independientes o continuar siendo ingleses.

Sede del parlamento escocés

El primer ministro británico David Cameron, intenta convencer a los escoceses de que no pidan la independencia. Desde luego no ahora, que se presenta a la reelección en 2015. Su argumento es que, aunque Escocia reúne todas las características para poder ser una nación independiente, Escocia, Gales e Irlanda del Norte están mejor juntos que separados.