G20: Obama quiere detalles del plan europeo contra la crisis de deuda

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha llegado a la cumbre del G20 en Cannes con una agenda imprevista impuesta por el giro que ha dado la crisis de Grecia. La disyuntiva entre austeridad o crecimiento o la imposición de una tasa a las transacciones financieras quedan en un segundo plano ante el desconcierto en la eurozona. Obama, en su primera reunión con el anfitrión de la cumbre, Nicolas Sarkozy, ha pedido concreción en los acuerdos adoptados en el último Consejo Europeo sobre la crisis de deuda europea.

Banderas de la cumbre del G20 en Cannes
Banderas de la cumbre del G20 en Cannes / Foto:CE

Obama llega a la cumbre de Cannes debilitado por la oposición que ha encontrado en el Congreso estadounidense a sus planes de reactivación del empleo y necesita reforzar su papel de líder mundial en la salida de la crisis financiera. Pero Europa es una piedra en el camino que para Washington está entorpeciendo con las incertidumbres que crea y poniendo en peligro la recuperación económica mundial.

En su primera reunión con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, presidente de turno del G20, ha echado mano de retórica para alabar los avances europeos en la resolución de la crisis de deuda y «el liderazgo de Sarkozy», pero también ha sido claro al decir que la eurozona debe concretar sus planes para frenar la crisis de deuda. El presidente francés ha dicho que «Europa necesita la solidaridad de Estados Unidos» y que con Obama ha encontrado un análisis común para resolver las turbulencias actuales.

La cumbre del G20 se abre con un enfrentamiento previo sobre las fórmulas para hacer frente a la crisis financiera. Mientras Estados Unidos ha venido proponiendo un impulso al crecimiento prioritario, la UE repetía que primero hay que hacer la consolidación fiscal para después reactivar la economía.

Lo cierto es que después de que la canciller alemana, Angela Merkel, pidió a Washington que no diera lecciones de economía a Europa, Bruselas ha cambiado el mensaje para unir en el mismo paquete la cuadratura del círculo: austeridad presupuestaria y crecimiento económico.

Sobre la mesa del G20 esperan dos asuntos que enfrentarán a los líderes de la UE, Estados Unidos y las potencias emergentes: la tasa sobre las transacciones financieras que Bruselas ha decidido imponer en solitario, ante la imposibilidad de hacerlo a nivel mundial y un acuerdo sobre las tasas de cambio, con China como protagonista por sus maniobras con su divisa y su contribución al renovado plan de rescate europeo.

Con todo, Estados Unidos confiesa que las buenas relaciones con la UE son necesarias: Si Europa es débil y no crece, puesto que es nuestro principal socio comercial, eso tendrá consecuencias directas en nuestra capacidad de crear empleo, dijo Obama antes de la cumbre.