Grecia concreta las medidas que marcarán su rumbo en la UE

Aumento del salario mínimo, creación de 300.000 puestos de trabajo, concesión de luz y alimentos gratuitos para 300.000 familias... Las medidas que ha anunciado el Gobierno griego, que también se miden por titulares repetidos a lo largo de toda Europa, aguardan para ponerse en marcha. Son unas propuestas 'anti austeridad' creadas para contrarrestar los duros años del rescate económico y de la troika. Deberían servir para demostrar a los votantes de Syriza que las promesas preelectorales son realizables. Pero también para que el resto de países europeos no se pongan muy nerviosos. Grecia debe cumplir las directrices acordadas por el Eurogrupo.

Atenas, delante del Parlamento
Grecia envía sus medidas a Bruselas/ Foto: CE

Los controles internacionales y los apretones de cinturón deberían compaginarse, malabarismos incluidos, con las promesas contra la austeridad. Todo un reto. Al menos durante los próximos cuatro meses, plazo de la nueva ayuda concedida. Todos los ojos están puestos en el país heleno, cuyo devenir político poco interesaba hasta hace unos meses fuera de sus fronteras.

El primer ministro, Alexis Tsipras, ha anunciado, en una entrevista con el semanario alemán Der Spiegel, que Grecia va a reducir su déficit de financiación en las próximas semanas con bonos a corto plazo. En la misma conversación ha mostrado su rechazo a salir del euro, recordando las principales medidas que su ejecutivo va a poner en marcha.

Entre las reformas que han logrado el visto bueno del Eurogrupo se incluye la lucha contra la evasión fiscal, a través de la creación de un Consejo Fiscal y de un organismo independiente que controle el pago de impuestos; también cambios en el sistema tributario, reducción de gastos estatales, fusión de las cajas de pensiones y privatizaciones, así como mayores impuestos a las personas más ricas. Además de otras actuaciones para afrontar la crisis humanitaria, siempre y cuando no afecten a los objetivos presupuestarios. «Estamos comprometidos con el equilibrio presupuestario. Si tengo que poner un impuesto especial, lo haré, pero sobre aquellos que puedan pagarlo», ha afirmado el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, a la televisión griega Skai.

De momento, el Gobierno de Tsipras trabaja en el avance de una ley que palíe la crisis humanitaria en la que se encuentra parte de la población helena. «Es nuestro deber combatir para que la sociedad no sufra», ha apuntado el líder de Syriza. Esta legislación abordará los problemas sociales, concediendo luz y alimentos gratuitos para las 300.000 familias que sobreviven por debajo del umbral de la pobreza (el 23,1 por ciento de la población griega, según la Autoridad Helena de Estadística).

En concreto, la medida ofrecerá a las personas más empobrecidas electricidad sin coste hasta un máximo de 300 kilovatios por hora al mes, además de ayudas al pago del alquiler para 30.000 viviendas durante un año, que podrán ser prorrogadas en 2016. Habrá asimismo bonos de alimentos para 300.000 personas. Y para todo aquel que no tenga deudas y se encuentre en situación de desempleo, se contempla una prórroga de la cobertura sanitaria hasta febrero de 2016.

Más anuncios. La prohibición de los desahucios de primera vivienda cuyo valor no supere los 300.000 euros. Y un plazo más largo, el Gobierno heleno subiría el salario mínimo hasta los 751 euros y aumentaría las pensiones de jubilación. «Primero, lucharemos contra la crisis humanitaria. Queremos crear un carné de ciudadanía con el que se pueda recurrir a los servicios básicos estatales», ha anunciado Tsipras. Son sus promesas pendientes.

El regreso de la televisión pública

Otra de las medidas avanzadas es la vuelta de la señal de la televisión pública, ERT, cerrada en junio de 2013 por el Gobierno de Antonis Samaras. Esto supondrá que los trabajadores despedidos (alrededor de la mitad, ya que el otro 50 por ciento continuó en el nuevo canal creado con menos medios) podrán volver a sus antiguos puestos de trabajo si así lo desean.

Otra de las líneas de actuación del nuevo Ejecutivo de izquierdas es crear unos 300.000 puestos de trabajo: «La idea es que los parados que quieran trabajar tengan empleo a tiempo completo con un sueldo mínimo. Si no encuentran empleo en la economía privada, será el gobierno quien financie el puesto», ha explicado a Deutsche Welle Rania Antonopoulos, viceministra de Trabajo, que lleva desde 2006 en el desarrollo del concepto 'garantía de trabajo', según ella misma ha explicado.

«Uno de los objetivos importantes es conectar a la gente con labores sociales útiles. También impulsar actividades acordes con las prioridades del nuevo Gobierno. Entre ellas, las energías renovables, la pesca sostenible, la producción regional de alimentos. Ya existen muchas iniciativas pero necesitan apoyo y la ayuda será muy útil para parados que emprendan en esos sectores hasta que consigan hacerse independientes», ha explica la viceministra en la misma entrevista.