Islandia rechaza adherirse a la Unión Europea

Según las últimas encuestas, más de la mitad de la población islandesa no quiere ni oír hablar de la incorporación del país a la UE. Islandia inició en 2009 los trámites necesarios para ello que quedan ahora rotos tras cuatro años de conversaciones y donde la falta de acuerdo en el capítulo de la pesca ha sido crucial para el alejamiento

Parlamento
Parlamento de Islandia en Reikiavik/ Foto: licencia GNU

Golpe de Islandia a la Unión Europea. El actual gobierno de centro-derecha ha enviado un proyecto de ley al Parlamento con el objetivo de retirar formalmente la petición de adhesión del país a la UE. Y todo después de que los grupos parlamentarios de los partidos del Gobierno votaran a favor de suspender dicho proceso a finales de la semana pasada.

Islandia se aleja así de una posible incorporación a la UE y continúa su periplo en solitario, algo que ha sorprendido y mucho en Bruselas pero no tanto a los diferentes sectores políticos que contemplaban esta opción desde hace un tiempo.

Cabe recordar que este país, situado en el extremo noroeste de Europa y donde residen poco más de 300.000 personas, inició en mayo de 2009 los trámites necesarios para su adhesión a la UE. El Consejo Europeo del 17 de junio de 2010, acordó la apertura de las negociaciones de adhesión, algo que se trunca casi cuatro años después.

Desde Reykiavík aseguran que no se volverán a retomar las negociaciones para la entrada del país en la UE como así lo quiere el pueblo islandés. Y es que más de la mitad de su población se muestra contraria a una posible incorporación al conglomerado europeo, una situación que ha dado un vuelco en los últimos años. En 2007, solo el 36 % de los islandeses estaban a favor de incorporarse a la UE, cifra que subió al 60 % tan solo un año después, en 2008

Ejemplo de país en salir de la crisis

Sin embargo, la grave crisis económica sufrida por el país de 2008 a 2010 parece que hizo replantearse a sus ciudadanos las ventajas y desventajas de pertenecer a una UE sumida en una crisis financiera y económica en los últimos años. Y donde el rescate a diferentes países europeos, los problemas económicos y sociales y la lánguida recuperación económica no han ayudado a animar las expectativas de los islandeses.

En 2008, debido al colapso de su sistema bancario y la subsecuente crisis económica, llevó a la quiebra de los tres bancos más grandes del país, Glitnir, Landsbanki y Kaupthing, su deuda combinada excedía en más de seis veces el PIB nacional. Esto obligó al país a pedir ayuda tanto al Fondo Monetario Internacional (FMI) como a Rusia, en este último caso con un préstamo de 4.000 millones de euros.

En la actualidad, Islandia es un claro ejemplo de país que ha podido salir de la crisis económica y volver a recuperar su estatus económico, cuando era el séptimo estado con el PIB más alto del Planeta.

Además detrás de esta decisión se encuentra un tema principal: los capítulos referentes a la pesca y la agricultura, algo donde tanto el gobierno como los habitantes se muestran especialmente recelosos. Y es que la industria pesquera, aporta el 40 % de los ingresos totales de exportación, vitales para la economía del país. Sin embargo, todo apunta a que Islandia seguirá perteneciendo al Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, y al espacio Schengen.