Juncker y Schulz le dicen a Van Rompuy que no se entera de qué van las elecciones

Los candidatos a la presidencia de la Comisión Europea responden indignados a Herman Van Rompuy que «su tiempo ha pasado». El presidente del Consejo cree que son los jefes de Estado los que deben elegir al sustituto de Barroso «como siempre» y que los ciudadanos van a seguir absteniéndose porque las elecciones son más nacionales que otra cosa en los diferentes países.

Los ujieres del Europarlamento esperan formados al presidente
Los ujieres del Parlamento europeo/ Foto. PE

Martin Schulz y Jean-Claude Juncker, han dicho que no se puede obviar la opinión de los votantes y que el nuevo presidente saldrá de la mayoría en el Parlamento europeo. Juncker, ha declarado al diario alemán Süddeutsche Zeitung, el mismo que publicó las opiniones de van Rompuy este domingo, que «han terminado los viejos tiempos en los que el presidente de la Comisión se elegía en la trastienda de la UE».

Por su parte Martin Schulz, señala que Van Rompuy, que también deberá abandonar su cargo tras las elecciones, lo único que hace «es justificar su propio puesto» y añade que «Muchos en el Consejo Europeo ven la cuestión de otra forma. Y más importante, los votantes europeos lo ven de otra manera».

Según el Tratado de Lisboa, los jefes de Estado y de Gobierno de los veintiocho deberán elegir por mayoría cualificada al candidato a la presidencia del ejecutivo comunitario 'teniendo en cuenta' el resultado de las elecciones al Parlamento. La persona elegida será presentada al Europarlamento que podrá ratificarla o rechazarla. Siguiendo ese mandato del Tratado, los diferentes grupos políticos han elegido a sus candidatos.

Pero no es solo Van Rompuy el que duda de que algunos Estados miembros pierdan una ocasión como esta. Angela Merkel, cuya imagen aparece en los carteles electorales de su partido en lugar del candidato, ha dicho que el Consejo de jefes de Estado y de Gobierno no están obligados a escoger a la persona que les presente la Eurocámara.

La situación podría ser cuando menos curiosa si la participación es muy baja y los candidatos del Partido Popular Europeo (PPE) y el socialista (PSE) consiguen resultados muy parecidos.

Por su parte al premier británico, David Cameron, no le gustan ni Juncker (PPE), ni Schulz (PSE) a los que considera demasiado federalistas.

El posible sustituto de Durao Barroso necesitará el apoyo de 376 diputados del nuevo Parlamento de 751 miembros. Si ninguno lo consigue los partidos deberán pactar, algo que probablemente no sea muy sencillo.

Las últimas proyecciones de voto dan 222 escaños al PPE, 209 al PSE, 60 a ALDE, 50 a la extrema izquierda (GUE-NGL) y Verdes y conservadores alrededor de 40 cada uno.

Queda la posibilidad de que los jefes de Estado y de Gobierno se saquen un nombre de la manga. Hace tiempo que se habló como posibles tapados de Mario Draghi, presidente del BCE, Christine Lagarde (FMI) o el ex presidente de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy.

Van Rompuy ha convocado una reunión del Consejo europeo para el 27 de mayo, dos días después de las elecciones.