La cárcel es la gran incubadora de radicales

Hablamos con Gilles de Kerchove, coordinador europeo de la lucha contra el terrorismo

La amenaza terrorista crece a diario y, en paralelo, cobra más relevancia el trabajo de Gilles de Kerchove, que trata de coordinar las medidas antiterroristas de los Gobiernos de la Unión Europea, mantenerse al día de todos los instrumentos a disposición de la UE, y emitir recomendaciones políticas. En esta entrevista opina sobre cómo combatir esta lacra y el papel que podría desempeñar el Parlamento Europeo.

Gilles de Kerchove
Muchos radicales se forman en las cárceles occidentales/ Foto: PE

¿Puede la Unión Europea reforzar las medidas anti terroristas sin mermar valores fundamentales como el derecho a la privacidad?

Gilles de Kerchove - La Unión Europea siempre ha intentado lograr un equilibrio adecuado. Tenemos que ser inteligentes y por ello siempre incluimos salvaguardias sólidas en todos los instrumentos que creamos.

En la mayor parte de nuestros instrumentos somos más protectores que cuando los Estados de la UE trabajan cada uno por su cuenta. Es lo que siempre he mantenido en el dossier del registro de nombres de los pasajeros. El Parlamento tiene preocupaciones fundadas sobre la privacidad pero, si no hay una legislación europea, la consecuencia será que los Estados desarrollarán sus propios registros de nombres de pasajeros y tendremos un sistema menos eficaz porque tendremos 15 sistemas nacionales en lugar de uno para 28 países. El sistema será menos protector porque el nivel de protección podría ser diferente en cada país.

¿Cómo puede evitarse que las personas se unan a los grupos yihadistas y cómo se puede prevenir que los combatientes vuelvan a Europa a perpetrar atentados?

G. de K. - Impulsar la prevención supone mucho trabajo, sobre todo lo que se refiere a la detección temprana de señales de radicalización. Tenemos que promover el uso de los mejores ejemplos a seguir.

Parte del proceso es encontrar a alguien en quien confíen y que les ayude a reconectarse con la sociedad. También tenemos que destejer la ideología yihadista, e Internet presenta un gran desafío. El Estado Islámico es muy diestro con los medios y sabe cómo obtener más apoyos, de modo que debemos desarrollar una narrativa y unos mensajes que les planten cara.

Tratar a los retornados es probablemente el desafío más importante. Hay que evaluar la peligrosidad de cada uno de ellos, y aplicarle la mejor respuesta. Sería un error enviar a la mayor parte de ellos a la cárcel, que es una gran incubadora de la radicalización. Si podemos diseñar un programa de rehabilitación como alternativa a la justicia, hagámoslo. Debería haber un programa similar para los que ya están en la cárcel.

¿Cómo puede contribuir el Parlamento Europeo a la lucha contra el terrorismo?

G. de K. - El Parlamento Europeo tiene un papel crucial. No sólo como co legislador, sino también en la respuesta social necesaria para promover la tolerancia y la lucha contra el antisemitismo y el ensañamiento contra los musulmanes. El Parlamento es probablemente una de las instituciones de la Unión Europea mejor posicionada para aportar ideas frescas. También tenemos que relacionarnos más con los países de nuestro entorno y, para ello, el Parlamento puede entrar en contacto con los parlamentos de esos países.