La clase media lo tiene cada vez peor

El descenso de la pobreza como consecuencia del cumplimiento parcial de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, cuyo plazo concluyó en diciembre, tuvo una consecuencia positiva, el surgimiento de una nueva clase media que ha frenado en seco la bajada del precio del petróleo y la reducción de las remesas.

Bloques de casas
Complejo residencial en Rumanía/ Foto: Claudia Ciobanu/ IPS

La Agenda de Desarrollo Posterior a 2015 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que gobernantes de todo el mundo aprobaron en una cumbre realizada en septiembre, incluye una meta muy ambiciosa - la erradicación de la pobreza extrema para 2030.

El descenso de la pobreza reflejado en el cumplimiento parcial de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, cuyo plazo concluyó en diciembre, tuvo una consecuencia positiva, el surgimiento de una nueva clase media.

Sin embargo, un estudio realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que varios factores estarían socavando la caída de la pobreza y el fortalecimiento de la clase media, como el descenso en los precios de las materias primas y la reducción de las remesas, especialmente en Europa oriental y Asia central.

La clase media en esas dos regiones había crecido de 33 millones de personas en 2001 a 90 millones en 2013, según las últimas cifras disponibles.

«En muchos sentidos, la historia en esta región difiere de lo que ocurre en otras partes del mundo. La proporción de personas que viven con 10 y 50 dólares por día se incrementó en la mayoría de estos países», asegura Cihan Sultanoglu, directora de la oficina regional del PNUD para Europa y la Comunidad de Estados independientes. Las personas que viven con menos de 1,25 dólares diarios son las que padecen extrema pobreza.

En ese mismo período, el número de personas de la región que vivían en la pobreza se redujo de 46 millones en 2001 a aproximadamente cinco millones en 2013. «Pero los avances de la región están amenazados y hay que prestar atención a la mejora de sus perspectivas de desarrollo sostenible», recomienda Sultanoglu.

Las oportunidades generadoras de ingresos y de empleo están desapareciendo debido al colapso de los precios de los productos básicos, la caída de las remesas y el lento crecimiento económico en Europa, Rusia y gran parte del resto de la región, advierte.

«¿Qué impacto puede tener la desigualdad en la reducción de la pobreza? En esta región es clave que la desigualdad sea baja o esté en descenso para las perspectivas de reducción de la pobreza, el crecimiento integrador y el desarrollo sostenible", analiza Sultanoglu.

Ante la Comisión de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social el lunes 8, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que «la experiencia ha demostrado que la prosperidad de la economía no basta para erradicar la pobreza y promover la prosperidad compartida. Las economías deben ser puestas al servicio de la gente, mediante políticas sociales integradas y eficaces». Añadió que «La creciente brecha entre ricos y pobres margina y enajena a los más vulnerables de la sociedad».

En ese sentido, Ben Slay, economista del PNUD para Europa oriental y Asia central, nos señalaba que «es improbable que la clase media crezca mucho más en 2016 o 2017 debido al difícil entorno de crecimiento general».

El estudio del PNUD calcula que cerca del 50 por ciento de los trabajadores de Albania, Azerbaiyán, Georgia, Kirguistán y Tayikistán se encuentran en situación de empleo vulnerable.

Vinicius Pinheiro, director de la Oficina de la ONU en la Organización Internacional del Trabajo dijo a la Comisión de Desarrollo Social que en 2015 se sumaron 7 millones de personas a las filas del desempleo, alcanzando un total de 197,1 millones en el mundo. Eso equivale a un crecimiento de un millón de desempleados con respecto a 2014 y más de 27 millones frente a los niveles anteriores a la crisis.

Según el PNUD, los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados en septiembre están dedicados a combatir la desigualdad y la exclusión.

Y los 193 Estados miembros de la ONU se comprometieron a erradicar la pobreza, combatir las desigualdades mediante la construcción de sociedades pacíficas, incluyentes y resistentes, y asegurar el futuro del planeta y el bienestar de las generaciones futuras.

Cerca de 1.500 millones de personas viven en la pobreza, según el Índice Multidimensional de la Pobreza del PNUD, y casi 800 millones son vulnerables a recaer en ella. El Ochenta por ciento de las personas de edad avanzada carecen de la protección social básica, lo que las convierte en un sector especialmente en riesgo.

"El reto no es solo sacar a la gente de la pobreza, es asegurarse de que su escape sea permanente", subrayó la administradora del PNUD, Helen Clark.

"Eso es difícil si no hay protección social y en los casos en que las sociedades son vulnerables a recaer en conflictos armados y a enormes retrocesos debido a desastres naturales", agregó.

"A medida que avancen las economías emergentes dinámicas y las sociedades estables veremos en forma creciente que la extrema pobreza se ubicará en las zonas expuestas a los conflictos y con alto riesgo de desastres, y donde hay mal gobierno y escaso imperio de la ley", pronosticó Clark.

Por lo tanto será un ejercicio inútil hablar acerca de la erradicación de la pobreza si el contexto en el que existe no se aborda, afirmó.

"En el PNUD esperamos que la Agenda de Desarrollo Post 2015 asuma estos desafíos. También esperamos desempeñar plenamente nuestra parte en la construcción de sociedades más incluyentes, pacíficas y resilientes, que puedan promover el desarrollo humano", expresó.

La batalla contra la pobreza también debe lidiar con los conflictos bélicos y las crisis humanitarias.

"Vivimos en un mundo de confusión y problemas", declaró Ban el lunes 9. Aunque quizá existan menos guerras entre los países, hay más inseguridad, argumentó.

"La desigualdad sigue siendo demasiado elevada, y afecta los esfuerzos de reducción de la pobreza y la cohesión social en los países industrializados y en desarrollo", advirtió el secretario general.

Demasiadas personas siguen padeciendo exclusión y no pueden desarrollar todo su potencial, recordó. Muy pocas economías han alcanzado un crecimiento inclusivo y sostenible y pueden promover un verdadero progreso social, sostuvo.

"La gente está frustrada. Trabajan más y se quedan atrás. Con demasiada frecuencia, en lugar de decisiones, ven un camino sin salida. Y se preguntan, ¿los gobernantes escuchan, al menos?", concluyó Ban. (IPS)