La Comisión Juncker pretende simplificar la normativa y ser más eficiente

Cuando el Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentó su legislatura como la de la «última oportunidad» aseguró que se traduciría en actos para convencer a la ciudadanía de que no se deje llevar por el euroscepticismo, que no ha parado de crecer en los últimos años. Por ello, ha anunciado hoy ante el Pleno de Estrasburgo que simplificará o eliminará hasta 80 normas y ha presentado solamente 23 nuevas directivas para lavar la imagen de la vieja Europa.

Jean-Claude Juncker y Frans Timmermans en el Parlamento Europeo
El presidente Juncker quiere que la Comisión intervenga menos en la vida diaria de los ciudadanos/ Foto: PE

Cuando el Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentó su legislatura como la de la «última oportunidad» aseguró que se traduciría en actos para convencer a la ciudadanía de que no se deje llevar por el euroscepticismo, que no ha parado de crecer en los últimos años. Por ello, el Ejecutivo comunitario ha anunciado hoy ante el Pleno de Estrasburgo que simplificará o eliminará hasta 80 normas y ha presentado 23 nuevas directivas para para lavar la imagen de la vieja Europa el próximo año.

El Reino Unido, que previsiblemente celebrará un referéndum en 2017 sobre si seguirá formando parte de la UE, es posiblemente una de las razones por las que la Comisión Juncker quiere simplificar más y presentar un poco menos en el próximo año. «Los ciudadanos quieren menos intervención de la UE en su vida diaria, y los Estados miembros son los que deben dar soluciones», asegura el Ejecutivo. El europeísta Juncker ha dejado en manos de su Comisión un cambio estratégico para acabar con la idea de que Europa es una lejana burocracia que entorpece el día a día de la población. Por ello ha anunciado su nuevo plan para el próximo año, todo en aras de la transparencia, en la que tanto han insistido, incluso con una iniciativa para fortalecerla.

La propuesta, presentada hoy ante el Parlamento Europeo reunido en sesión plenaria en Estrasburgo, pretende crear 23 nuevas iniciativas y 80 normativas que serán o bien modificadas o directamente eliminadas por «razones políticas o técnicas». La mayoría de sectores sufre cambios. Uno de ellos, el de la Agricultura que, con 14 directivas, es de las que mayores 'recortes' sufre. El sector es justamente uno de los más criticados (oh, sorpresa) por el Reino Unido. La Política Agraria Común siempre ha sido un dolor de cabeza para el país y sus mandatarios, que se resume con la frase de «quiero que me devuelvan mi dinero», pronunciada en 1979 por la primera ministra Margareth Thatcher.

También sufrirán recortes de directivas: Presupuestos (4), Acción por el Clima (1), Asuntos económicos (9), Medio Ambiente (9), Política de vecindad (4), Asuntos Exteriores (5), Mercado Interior (6), Cooperación internacional (1), Relaciones interinstitucionales (3), Justicia (4), Asuntos de Interior (1), Comercio (1) y Transporte (16). El Colegio de Comisarios primero analizó las 450 normativas que dormitan a la espera de ser aprobadas por el Parlamento Europeo o bien están bloqueadas por el Consejo, y ha decidido que 80 serán las que finalmente se cambiarán o eliminarán.

Por su parte, el vicepresidente primero, Frans Timmermans ha asegurado que podrían anunciar más propuestas que la anterior Comisión, pero prefieren ser comedidos. Han presentado 23 nuevas normativas en las que destaca sobre todo, el Plan Juncker que pretende movilizar 315.000 millones de euros, cuyo 80% saldrá de la inversión privada. Otra de las prioridades del Ejecutivo es el Mercado Digital basado en la mejora de las telecomunicaciones, el fortalecimiento de la seguridad en la red y modernización de las reglas de propiedad privada.

También la Unión Energética, que a raíz de las tensiones con Rusia, ha precipitado la urgencia de asegurar el mercado energético, reducir la demanda europea de Moscú y apostar más por las renovables. Asimismo, la lucha contra la evasión y el fraude fiscal también centrará la atención del colegio de comisarios el próximo año. Tras el escándalo del llamado Luxleaks, con las informaciones que desvelaban que cientos de empresas se aprovecharon del laxo régimen fiscal de Luxemburgo, el presidente del Ejecutivo ha querido luchar contra unas prácticas, que sin embargo, permitió como primer ministro del Gran Ducado.