La COP 17 en un callejón sin salida

La decepción era palpable el viernes al anochecer mientras continuaban las negociaciones climáticas de la ONU, que han tenido que prolongarse hasta este sábado. Las luces parpadeaban en la noche lluviosa de la ciudad sudafricana de Durban, el fallo eléctrico recuerda al fracaso del proceso multilateral.

«Si los países aceptan el texto tal como está, será como una sentencia de muerte para África», ha dicho el presidente de Amigos de la Tierra Internacional, el nigeriano Nnimmo Bassey.

Manifestantes con carteles a favor de prolongar el protocolo de Kioto
Foto:IPS

DURBAN, Sudáfrica (IPS)- Si los africanos y otros países vulnerables ceden será porque han sido presionados y extorsionados, dice Bassey. Cuando Bolivia se puso firme y resistió las presiones de Estados Unidos en la COP 15 celebrada en 2009 en Copenhague, Washington le retiró al año siguiente toda su ayuda al desarrollo. «Los delegados deben demostrar que les preocupa la devastación de todo el continente (africano) y de los pequeños estados insulares o van ceder por unos pocos dólares», cuestionó. Hasta ahora, los países africanos no están bloqueando la posibilidad de llegar a un acuerdo.

El jueves por la noche, un grupo selecto de ministros y altos representantes de 28 países estuvieron reunidos hasta las cuatro de la madrugada para trabajar en aspectos clave, pero sin llegar a un acuerdo total. Este viernes, a medida que todos los países revisaban los detalles que habían discutido empezaron a aparecer grandes diferencias respecto a muchas cuestiones.

«Los países no van a acordar un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kyoto hasta la próxima COP, que se celebrará a fines de 2012 en Qatar, dijo a IPS el exembajador de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón, quien también encabezó la delegación de su país en la COP 16 de 2010 en Cancún, México. El Protocolo de Kyoto, único tratado obligatorio para reducir la contaminación climática que expirará en 2012, «perderá su alma, se convertirá en zombi», dijo Solón, que había visto los puntos confidenciales discutidos por los delegados y que no se publicaron hasta bien entrada la noche sudafricana.

Los gobiernos «solo tomarán nota» de que es necesario adoptar compromisos mayores que hasta ahora para disminuir las emisiones de los gases que están recalentando la atmósfera. Además, la expresión «legalmente vinculante» que querían casi todos los países, está ausente, dijo Solón. «Estados Unidos es el gran ganador. Y nos llevará a un futuro con más de cuatro grados centígrados» de aumento de la temperatura mundial, añadió.

Esta 17 Conferencia de las Partes (COP 17) es un «fracaso enorme», ha dicho IPS el indio Praful Bidwai, excorresponsal de esta agencia, columnista y sociólogo. Sería mejor que las conversaciones colapsaran en lugar de redactar de prisa y corriendo un «pacto de lavado de cara» con pretensiones de hacer frente a la crisis, añadió Bidwai, que acaba de publicar un libro sobre la política del cambio climático. «No se puede confiar en Estados Unidos en estas negociaciones. Nunca aceptará nada que sea legalmente vinculante», sostuvo.

Washington fue uno de los principales arquitectos del Protocolo de Kyoto a inicios de la década de 1990, pero nunca lo ratificó pese a que el tratado solo exigía una reducción de emisiones de gases invernadero un cinco por ciento inferiores a los de 1990 hasta 2012. Canadá apoyó y ratificó el Protocolo, pero no hizo nada para cumplirlo, y sus emisiones crecieron entre un 24 y un 28 por ciento.

La Unión Europea apenas si está mejor, si bien parece que sus emisiones cayeron más del 15 por ciento. Gran parte de esa disminución obedece al colapso económico de Europa oriental en la década de 1990 y a una creciente importación de productos que le ha permitido evitar una parte de la contaminación doméstica. España, Francia e Italia y otras grandes economías industriales han tenido un crecimiento importante de gases invernadero.

«Se podría desmoronar todo. Muchos países de bajos ingresos están furiosos», dijo Alden Meyer, director de estrategia y política de la Unión de Científicos Preocupados de Estados Unidos en referencia a algunas de las naciones más pobres del mundo, como Mali y los pequeños Estados insulares que desaparecerían por el aumento del nivel del mar.

Canadá y Estados Unidos se han hecho merecedores, una vez más, del Fósil Colosal, un premio que entrega en cada COP la sociedad civil a aquellos Estados que más obstaculizan el camino para alcanzar un régimen climático internacional