La cultura debe ser prioritaria a pesar de la crisis

Pocas cosas son tan opuestas como la ópera y el cemento. La ópera desarrolla los sentimientos, el cemento fija, y sustenta edificios. El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, los ha unido hoy para mostrarlos como base fundamental de la construcción europea. La ópera es uno de los géneros musicales que más se relacionan con tradición cultural del continente europeo. Durao Barroso ha destacado en Viena que «la cultura es el cemento que une a Europa».

Interior Opera de Viena
Opera de Viena / Foto: Wolfgang H. Wögerer (Wikipedia)

El presidente de la Comisión Europea ha inaugurado en Viena, el congreso «Ópera Europa», que reúne a unos 350 representantes de 86 teatros líricos de 32 países europeos. En Viena, Barroso ha defendido el derecho de los europeos a la cultura. «Es importante trabajar la consolidación fiscal pero no es inteligente reducir en cultura, recortar en ciencia y en lo que pueden ser las fuentes del crecimiento en el futuro de nuestros jóvenes». «Por eso el debate sobre la cultura es importante».

Durao Barroso ha dicho que la cultura es un sector próspero en Europa, con un gran valor económico. «A veces estoy conmovido al ver las largas colas para tratar de entrar en un museo para ver a los grandes maestros del pasado o del arte más contemporáneo. Y esto es de hecho una prueba del dinamismo de nuestra sociedad».

El máximo responsable del ejecutivo comunitario ha insistido en que «no podemos dejar que el populismo, el escepticismo o el pesimismo socaven los cimientos de Europa, por no hablar de las nuevas formas de nacionalismo que creo que son un riesgo muy grave para los valores europeos que apreciamos. La crisis ha puesto de relieve la magnitud de nuestra interdependencia económica. Para lidiar mejor con esto, necesitamos una Unión Europea basada en los principios de solidaridad y responsabilidad». Durao Barroso ha insistido en Viena que «día tras día, la globalización demuestra que estamos viviendo en un mundo donde el tamaño sí importa. En el siglo XXI, incluso los países europeos más grandes pueden parecer relativamente pequeños en comparación con los colosos mundiales de este siglo».

En su defensa de la cultura europea, Barroso ha recordado que «debemos cuidar bien de nuestra economía, que se define como una economía social de mercado, un modelo que debemos modernizar para preservarla mejor. Y eso significa también el apoyo a las actividades culturales que generan nuevas ideas, la innovación y la cohesión social».

Barroso ha mostrado con un ejemplo la colaboración cultural que se ha producido a lo largo de la historia entre artistas de diferentes países. «Fue Mozart, de Salzburgo, quien colaboró con el italiano Lorenzo Da Ponte, para escribir las notas de Las bodas de Fígaro, basándose en una comedia del francés Beaumarchais». El presidente de la Comisión ha recordado que este año se celebra el bicentenario del gran compositor de Ópera, Giusseppe Verdi, quien se inspiró en libretos de Shakespeare, Víctor Hugo, Dumas, Schiller o el Duque de Rivas.

«Ópera Europa» ha escogido Viena para celebrar su congreso europeo, una ciudad ligada a grandes músicos como Gluck, Haydn, Mozart, Beethoven, Brahms, Schubert, Bruckner, Strauss, o Gutav Mahler, entre otros muchos.