La igualdad sigue siendo la asignatura pendiente

Ocurrió a principios del siglo XX. El dueño de una fábrica decidió encerrar a sus trabajadoras y prender fuego al edificio cuando protestaban por sus precarias condiciones laborales. Las 129 mujeres murieron en el incendio. Desde ese día cada 8 de marzo, Día de Internacional de la Mujer, se recuerda que todavía queda mucho por hacer para igualar los derechos de hombres y mujeres. Más de cien años después, los retos siguen siendo muy parecidos: reducir la brecha salarial y la precariedad laboral o erradicar la violencia machista y los estereotipos sexistas.

Cartel de la manifestación en Madrid
Cartel de la manifestación en Madrid

Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo, los hombres cobran de media un 17% más. «Resulta preocupante que un alto porcentaje de mujeres que alcanzan puestos directivos sigan señalando la barrera de los prejuicios», opina Aurora Sanz, socia de derecho laboral en el despacho Grant Thorton y encargada de elaborar el informe Woman in Business que analiza la situación de la mujer en las grandes empresas. Tanto es así, que el 40% de las directivas españolas consideran que los prejuicios de género siguen siendo un obstáculo para su promoción.

De hecho, en España sólo una empresa, Red Eléctrica Española, ha alcanzado la plena paridad en su consejo de administración «y no ha sido hasta este año», alertan. Según los datos del informe Presente y futuro de las mujeres en los consejos de administración en 2015, que analiza la situación de las empresas del Ibex 35, 2014 cerró con un total de 79 consejeras; representan tan sólo un 17,34% de los 467 consejeros. Es más, únicamente una mujer, Ana Patricia Botín, ocupa una presidencia ejecutiva.

Por sectores, la banca, las compañías eléctricas, las constructoras y las empresas de telecomunicaciones son las que más mujeres incluyen en sus consejos de administración. «Generalmente son más jóvenes y cuentan con mayor nivel de estudios que sus antecesores», explica el informe. La situación no es mucho mejor en la administración. En el Ministerio de Justicia, por ejemplo, de las 52 presidencias de tribunales superiores, sólo seis están ocupadas por mujeres.

«El porcentaje de mujeres en la dirección en España no refleja ni su presencia en las empresas, somos el 46% de los ocupados, ni su nivel de formación, puesto que suponemos el 52% de la población activa con estudios universitarios», explica Aurora Sanz. En su opinión, a este respecto la maternidad es un «aspecto clave», porque suele producirse en un momento crucial para el desarrollo profesional «y exige un importante esfuerzo físico y emocional para evitar que las circunstancias personales incidan en la trayectoria profesional». De hecho, el 94% de las excedencias por cuidados de hijos las siguen asumiendo ellas y no ellos. Y lo mismo ocurre con el 85% de las solicitadas para cuidar enfermos y ancianos.

Un problema generalizado

Aseguran los expertos que aumentar el número de mujeres en los puestos directivos está relacionado con una mejora de los resultados financieros y de la responsabilidad social de las empresas. Sin embargo el mensaje no termina de calar en la mayoría de compañías. En España sólo uno de cada cuatro cargos directivos son para mujeres, y un tercio de las empresas ni siquiera cuentan féminas en los cargos de responsabilidad. No obstante, el porcentaje iguala la media de la Unión Europea e incluso supera la media global. Según los datos del estudio Woman in Business, España ocupa el segundo puesto de la Zona Euro, en un ranking liderado por Francia, donde un 33% de los puestos directivos llevan nombre femenino. Muy lejos queda Alemania donde las mujeres apenas suponen un 14% de los puestos de responsabilidad en las empresas.

En el conjunto de Europa ellas dominan en los países del Este y sobre todo en Rusia, donde ocupan el 40% de los puestos directivos. «El mínimo común denominador de estos países es su pasado en el bloque soviético; el énfasis en la igualdad de aquellos años facilitó el desarrollo laboral de muchas mujeres y la presencia femenina en carreras de corte técnico o científico». A nivel mundial los últimos puestos los ocupan Japón y la India, donde todavía queda mucho por hacer a este respecto.

«En cualquier lugar del mundo se puede hacer algo más para preservar los derechos de las mujeres, el acceso al empleo, la salud», alerta Zeid Ra'ad Al Hussein, Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos. Este año se cumplen 20 años de la Declaración de Pekín que puso en marcha una hoja de ruta destinada a lograr la igualdad de derechos en todo el mundo. «No habrá cambio real hasta que mujeres y hombres no luchen juntos para defender la igualdad y los derechos humanos», añade.

El grupo de expertos en discriminación contra las mujeres de la ONU también alerta de que en los últimos años se están dando pasos atrás. «Vemos signos regresivos, muchas veces en nombre de la cultura, la religión o las tradiciones, que amenazan la igualdad», advierten en un comunicado. Según sus datos cada año 50.000 mujeres mueren como consecuencia de abortos clandestinos. La Organización Mundial de la Salud, por su parte, alerta de que la tasa de mortalidad durante el parto sigue siendo alta en muchos países. «Ningún país del mundo ha conseguido por el momento la igualdad total entre hombres y mujeres», lamentan.