La oposición rechaza formar parte del gobierno en Ucrania y se recrudecen las protestas

Cientos de manifestantes permanecen desde la madrugada del domingo frente a la Casa de Ucrania, antiguo Museo Lenin, en un improvisado retén de los agentes antidisturbios, en un fin de semana en el que las manifestaciones proeuropeas han vuelto con más fuerza que nunca.

Kiev
Cientos de manifestantes permanecen desde la madrugada del domingo frente a la Casa de Ucrania, antiguo Museo Lenin en un improvisado retén de los agentes antidisturbios, en un fin de semana en el que las manifestaciones proeuropeas han vuelto con más fue

Los grupos de detractores del Gobierno también han intentado entrar en la sede del Ministerio de Energía de Kiev, aunque la policía se lo ha impedido en lo que es la ruptura definitiva de la tregua acordada entre el Ejecutivo ucranio y la oposición.

La quiebra de las negociaciones se adivinaba este sábado cuando los tres líderes de la oposición rechazaban la oferta del presidente Viktor Yanukóvich de formar parte del Gobierno ocupando varios altos cargos y preferían seguir con el diálogo político para salir de la crisis que vive el país y conseguir su principal objetivo: la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas.

En el encuentro del sábado, en la tercera ronda de negociaciones, Yanukóvich había propuesto el puesto de Primer Ministro a Arseni Yatseniuk, dirigente del partido opositor Batkivshina (Patria). Al líder de UDAR, Vitali Klichkó, le ha ofrecido el puesto de Vice-primer Ministro encargado de Cuestiones Humanitarias.

«Nuestra posición concreta es suspender las leyes que restringen el derecho de manifestación, aprobadas la semana pasada en la Rada (parlamento) y ratificadas por el presidente. Nuestras exigencias: celebrar elecciones presidenciales ya este año (están previstas para 2015). Y no daremos un paso atrás. Mantenemos nuestras posiciones en la Maidán y en las regiones», ha asegurado Klichkó.

Sin embargo, Gobierno y oposición sí que han llegado a un acuerdo de mínimos en cuanto que han decidido impulsar una Ley de Amnistía para los responsables de los disturbios en la Plaza de la Independencia de Kiev, la conocida como Euromaidan, y la creación de una Comisión que valorará una reforma constitucional.

«El presidente de Ucrania está convencido de que el trabajo conjunto con la oposición ayudará al Estado a unirse y llevar a cabo las reformas necesarias para el propio Estado y la sociedad. El presidente ha vuelto a expresar su pesar por todos los trágicos sucesos, los heridos y las víctimas de los conflictos de los últimos días, he hizo hincapié en que la violencia es inadmisible», ha asegurado la ministra de Justicia, Elena Lukash.

Y parece que esa voluntad de acercamiento es compartida por los líderes de la oposición que han asegurado que las conversaciones continuarán hasta que se llegue a un acuerdo.

El presidente se había negado a participar en las conversaciones, aunque cambió de idea el miércoles de la semana pasada cuando las protestas se cobraron las primeras víctimas mortales, dos manifestantes murieron por disparos de bala, uno cayó desde unas columnas del estadio de fútbol del Dínamo y otro fue encontrado en un bosque con signos de tortura.

La diplomacia europea vuelve a mediar en Kiev

Catherine Ashton, jefa de la diplomacia de la Unión Europea viajará de nuevo a la capital de Ucrania este jueves para apoyar el diálogo entre la oposición y el gobierno de Yanukóvich y tratar de rebajar la tensión entre las partes. «Es necesario evitar que la situación siga empeorando y allanar el camino al diálogo entre las autoridades, la oposición y la sociedad civil», ha señalado Ashton en un comunicado.

También una delegación del Parlamento Europeo planea visitar Ucrania la próxima semana y, el viernes, se desplazará a Kiev el comisario de Ampliación y Política Europea de Vecindad, Stefan Füle.

En Bruselas, todos están pendientes de los asuntos de Kiev y el presidente francés, François Hollande, ha condenado este domingo públicamente la violencia contra manifestantes en Ucrania y ha pedido a las autoridades que traten de «entablar sin dilaciones el diálogo».

La Rada Suprema de Ucrania ha convocado para el 28 de enero una sesión extraordinaria en la que podría plantearse la dimisión del actual Gabinete de Nikolái Azarov y podrían debatir la vigencia de varias leyes polémicas que recrudecen los castigos por las infracciones del orden público en las concentraciones masivas, normativas que detonaron la oleada de disturbios en Kiev.

José Manuel Durao Barroso, presidente del ejecutivo comunitario, manifestó en una reciente conversación telefónica con el presidente ucraniano que «la respuesta a la crisis política no es el uso de la fuerza y que la Unión Europea está dispuesta a asistir en todo momento al diálogo político del país». Eso sí, también le recordó a Yanukóvich que «si Ucrania continúa por ese camino, la UE se planteará tomar medidas y estudiar las consecuencias para las relaciones bilaterales entre las dos partes». Barroso ha manifestado su profunda preocupación por la escalada de violencia, la persecución a los medios y por las informaciones sobre desaparecidos en los disturbios.

Ucrania será uno de los temas principales de la cumbre bilateral UE / Rusia que se celebrará el próximo martes en Bruselas y que contará con la participación de Vladímir Putin.

Madrid pide paz para Ucrania

Este domingo, más de un millar de personas de la comunidad ucraniana en España se han reunido en la madrileña Plaza de Colón para protestar contra los enfrentamientos que están malogrando el futuro de su país de origen.

Bajo carteles con frases como «Paz y Democracia para Ucrania», «No a la dictadura» y «Putin: quita la mano de Europa» y al grito unánime de «presidente fuera, presidente a la cárcel, viva Ucrania», los manifestantes de Madrid han exigido la retirada del Gobierno del actual presidente de Ucrania.

Iván Vovk, presidente de la Asociación Patriótica de Ucrania en España y representante del partido de la oposición Svoboda (Libertad), ha manifestado a los medios que la salida a la situación que sufre su país sólo pasa por la «celebración de unas elecciones claras, con observadores internacionales que medien para evitar fraudes electorales».