La troika quiere la semana laboral de seis días en Grecia

Otra vuelta de tuerca para Grecia. Los hombres de negro de la CE, el BCE y el FMI, que evalúan el cumplimiento de los compromisos de Atenas con sus prestamistas internacionales, quieren más ajustes. Ahora proponen alargar la semana laboral a seis días y facilitar los despidos.

La noticia, filtrada por el diario griego Imerisia
La noticia, filtrada por el diario griego Imerisia

La propuesta de la misión de expertos europeos la ha filtrado el diario Imerisia, que cita un correo electrónico remitido a los ministerios griegos de Finanzas y Trabajo y que una fuente del gobierno de Atenas ha confirmado a la agencia EFE.

La troika pide una profunda liberalización del mercado de trabajo para cortar «el elevado coste de entrada y salida de los trabajadores del mercado laboral», que incluiría incrementar la flexibilidad de horario, una reducción a once horas del descanso mínimo entre turnos de trabajo, suprimir las restricciones que ahora hay para los cambios de turno, según las necesidades del empresario, y que los griegos trabajen seis días a la semana.

Aún hay más. Los expertos de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional quieren rebajar a la mitad el plazo que tienen los empresarios para notificar los despidos y el importe de algunas indemnizaciones. También quieren rebajar la contribución de las empresas por empleado al Fondo de la Seguridad Social.

El gobierno griego no se ha pronunciado sobre estas exigencias. En agosto, el primer ministro Antonis Samaras se comprometió con los líderes europeos en presentar un nuevo paquete de ajustes por valor de 11.700 millones de euros, antes de que la troika emita su informe sobre la puesta en marcha de las medidas prometidas por Atenas.

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker; la canciller alemana, Angela Merkel; y el presidente francés, François Hollande, se han remitido a ese informe antes de tomar cualquier decisión sobre Grecia. El gobierno de Samaras ha pedido a sus socios europeos dos años más para cumplir el programa de ajustes y reformas, contrapartida del rescate de la UE y el FMI.