La UE no va a cumplir sus propias metas medioambientales

Según un nuevo informe de la AEMA, a pesar de los avances que han tenido lugar en la UE en los últimos 5 años en materia de medio ambiente, no se lograrán los objetivos a largo plazo si se continúa con las actuales políticas medioambientales y otras relacionadas. Una de las conclusiones más importantes es la de que se debería llevar a cabo la economía circular que precisamente está entre las políticas que la nueva Comisión Juncker ha anunciado que dejará a un lado.

Vista de la contaminación sobre una ciudad
Las medidas de la UE sobre medioambiente no son todo lo eficaces que debieran/ Foto: AEMA

El nuevo informe que se ha conocido este martes, El medio ambiente europeo - Situación y perspectivas 2015 (SOER 2015), elaborado por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), dice que la política medioambiental que ha coordinado la UE en los últimos cinco años han reportado importantes beneficios a los ciudadanos, aunque con algunas deficiencias.

Los europeos disfrutan de un aire y unas aguas más limpios, envían menos residuos a los vertederos y reciclan más; al tiempo que, las políticas medioambientales impulsan el empleo y el crecimiento pero a largo plazo las políticas que se están llevando a cabo no van a conseguir alcanzar el objetivo del Programa General de Acción de la Unión en materia de Medio Ambiente (VII PAM).

El informe hace una evaluación integrada del medio ambiente europeo incluyendo datos mundiales, regionales y nacionales, y comparaciones entre países. Analiza los próximos cinco años e incluso un periodo posterior, y hace una clara advertencia de los riesgos de deterioro del medio ambiente, que afectarán también al bienestar y la prosperidad de los seres humanos.

Para evitarlo la UE debería elaborar políticas más integradas, y una serie de iniciativas medioambientales para 2015, entre las que debería estar un nuevo paquete ampliado de medidas sobre la economía circular, una revisión de la estrategia de la UE sobre la biodiversidad, un plan de acción sobre la gobernanza de los océanos y un paquete revisado de medidas sobre la calidad del aire.

Eficiencia en el uso de los recursos y economía circular

El informe pone de manifiesto que la protección del medio ambiente es una inversión económica sólida. Entre 2000 y 2011, las industrias ecológicas de la UE crecieron más del 50 %, lo que las convierte en uno de los pocos sectores que han prosperado sistemáticamente a pesar de la crisis. También muestra que la gestión de residuos está mejorando, pero la economía europea está muy lejos de ser circular: se siguen enterrando demasiados residuos y el potencial que representan el reciclado y la recuperación de energía no se aprovechan.

La revalorización de los recursos requiere un análisis de todas las fases del ciclo de vida de los productos, desde la extracción de las materias primas hasta la concepción del producto, la producción, la distribución y el consumo, programas de reparación y reutilización, la gestión de los residuos y un aumento de la utilización de las materias primas secundarias.

Naturaleza y biodiversidad

Según el informe de la AEMA, Europa no está en vías de detener la pérdida de biodiversidad, pues siguen desapareciendo hábitats de animales y vegetales. La biodiversidad marina, en concreto, sigue estando amenazada. En el transcurso de 2015, año dedicado al capital natural, la Comisión complementará los resultados del informe con otro más pormenorizado sobre «el estado de la naturaleza».

Acción por el clima

Las políticas climáticas están dando resultados las emisiones de gases de efecto invernadero han descendido en un 19 % desde 1990, mientras que la economía de la UE ha crecido en un 45 %. Asimismo, los objetivos sobre energías renovables y eficiencia energética fijados para 2020 están cerca. Pero SOER 2015, señala que esas políticas no son suficientes para alcanzar el objetivo a largo plazo de reducir las emisiones entre el 80 y el 95 % de aquí a 2050 y convertir Europa en una economía hipocarbónica como pretende la Comisión.

En cuanto al aire, su mala calidad sigue siendo la principal causa medioambiental de muerte prematura en la Unión Europea.