La Unión Africana no tiene respuestas ante la expansión del terrorismo

Análisis de Jeffrey Moyo

Harare, - La Unión Africana ha cumplido 51 años mientras los conflictos terroristas agobian al continente y distintos analistas consideran que la organización ha hecho poco por resolverlos. Evelyn Moyo es contundente. «Los conflictos irresueltos que están desperdigados por nuestro continente ponen en juego la eficacia de la UA, que es sumamente cuestionable».
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Fotograma video / Foto: Al Jazeera

Análisis de Jeffrey Moyo

Harare, - La Unión Africana ha cumplido 51 años mientras los conflictos terroristas agobian al continente y distintos analistas consideran que la organización ha hecho poco por resolverlos. «Los conflictos irresueltos que están desperdigados por nuestro continente ponen en juego la eficacia de la UA, que es sumamente cuestionable. No necesitamos un genio que nos diga que la UA hace agua, teniendo en cuenta los ataques terroristas en África oriental y occidental», afirma la analista política independiente Evelyn Moyo.

El grupo extremista somalí Al Shabaab emprendió una campaña terrorista en el país del Cuerno de África y en todo el este del continente, y sus ataques se han extendido a la vecina Kenia. La organización, vinculada a la red islamista Al Qaeda, se atribuyó el atentado del 21 de septiembre de 2013 contra el centro comercial Westgate, donde murieron 67 personas y hubo más de 175 heridos.

El popular destino turístico de la ciudad portuaria de Mombasa también ha sufrido varios atentados de Al Shabaab, por lo que Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han advertido a sus ciudadanos que no viajen a esa zona keniata.

En África occidental, la fuente de la inestabilidad proviene de Boko Haram, el grupo extremista con su base en Nigeria, también vinculado a Al Qaeda. La organización, cuyo nombre significa 'la educación occidental es pecado', conquistó la atención internacional tras el secuestro el 14 de abril de 276 estudiantes adolescentes de la localidad de Chibok, en el nororiental estado de Borno.

El gobierno de Nigeria no logra contener a Boko Haram, que también ataca a países vecinos, incluido Camerún. Existe el temor de una creciente inestabilidad en zonas de las vecinas Chad, Níger, Benín, Ghana y República Centroafricana. El analista político Malvern Tigere siente que la UA ha hecho poco para contener la amenaza del terrorismo en el continente.

«La UA presta oídos sordos a la gravedad de la propagación de los ataques terroristas por toda África occidental», afirma Tigere. Cuando Al Shabaab mató a 72 personas en el atentado del centro comercial keniata, «¿qué hizo la UA al respecto? ¿Es algo trivial que cerca de 100 personas fueran masacradas a la vez?», se pregunta. «Hay atentados terroristas en Kenia,... en Nigeria, también... en Somalia y todos se realizan en países que pertenecen a la UA. La organización no ha ofrecido una solución clara para impedir esas acciones, que realmente la dejan sin fuerza».

Pero el analista político independiente de Zambia, Michael Mwanza, discrepa con esa opinión. «La UA, que era antes la Organización de la Unidad Africana, desempeñó un papel fundamental para acabar con el colonialismo y los gobiernos de minoría africanos. Fue la UA la que le dio armas, entrenamiento y bases militares a las naciones africanas colonizadas que luchaban por la independencia», señala Mwanza. La Organización de la Unidad Africana se fundó en Etiopía el 25 de mayo de 1963, con la misión de resolver los conflictos coloniales. La UA la reemplazó el 26 de mayo de 2001.

«La organización desempeñó un papel importante para llevar la cordura a África», añade Mwanza. Un diplomático de Tanzania en Zimbabwe, que mantuvo su nombre en reserva, concuerda con Mwanza. «No todo es pesimismo en la UA», señala, para recordar que la organización tuvo que ver con la instauración de un gobierno de unidad en Zimbabwe, que pacificó el país cuando estaba sumido en la anarquía.

También «fue la UA quien en 2011 ayudó a que el líder de la oposición de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, fuera reconocido como presidente cuando el entonces líder Laurent Gbagbo se negó a entregar el poder después de perder en las urnas», recuerda. El observador político zimbabuense Denis Nyikadzino señala que la UA «no suele recurrir al uso de la fuerza para traer la calma en situaciones de conflicto aquí, pero utiliza el diálogo y no veo nada de malo en eso».

Pero el activista de la sociedad civil de Ruanda, Otapiya Gundurama, siente que la UA ha dejado al mundo desarrollado desempeñar el papel de rescate en los conflictos africanos. «Con los años, la UA se cruzó de brazos y se acostumbró a la intervención de las grandes potencias en los conflictos. Por eso no intervino de inmediato para frustrar a los insurgentes de Boko Haram y en cambio tenemos a Estados Unidos, Israel y Francia desplegando militares en la frontera entre Chad y Nigeria para ayudar a encontrar a las estudiantes secuestradas», afirma Gundurama.

Pero otros observadores sostienen que la UA por sí sola no puede resolver todos los conflictos del continente. «África tiene la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) y la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), y seguramente la UA no es el Espíritu Santo para poner fin a los conflictos africanos sin ayuda», ironiza el comentarista político con sede en Harare, Innocent Majawaya.

Ernst Mudzengi, analista político y director del Media Centre Zimbabwe atribuye los conflictos de África a la distribución desigual de los recursos naturales del continente. «A pesar de la presencia de la UA, África sigue siendo testigo de los conflictos que causan gobiernos ineficaces con un puñado de personas que se benefician de los recursos naturales del continente», asegura Mudzengi.

No hay mucho para celebrar en el aniversario de la UA, que coincidió con el Día de África, explica Catherine Mukwapati, directora de Youth Dialogue Action Network, una organización defensora de la democracia en Zimbabwe. «Tenemos crisis de liderazgo en África, donde algunos dirigentes creen que tienen el mandato de gobernar sin cesar y la gente, por lo tanto, ansía la renovación de sus líderes, lo que hace que mucha gente tenga pocos motivos para celebrar el Día de África».