La Unión bancaria avanza

Los ministros europeos de finanzas han aprobado este martes el mecanismo único de supervisión bancaria, una de las patas de la unión bancaria. El Banco Central Europeo supervisará a los bancos de la zona euro y a los que se quieran adherir. El siguiente paso será establecer el Mecanismo Único de resolución que evitará que recaiga sobre los contribuyentes la quiebra de los bancos.

Rueda de prensa tras el ecofin
Los comisarios hablan del Mecanismo Único de Supervisión Bancaria que acaba de ser aprobado/ Foto: CE

Desde que la Comisión Europea propuso este Mecanismo Único de Supervisión bancaria Han pasado trece meses. Un plazo muy corto en opinión del comisario de Mercados Financieros, Michel Barnier que cree que ha llevado «finalmente muy poco tiempo» poner de acuerdo a todos los Estados Miembros.

Este sistema de vigilancia de los bancos entrará en vigor en noviembre de 2014. Antes de asumir el control de los 6.000 bancos el BCE examinará su situación.

Pero todavía queda por aprobar el Mecanismo Único de Resolución (MUR) que todavía se discute. La Comisión Europea sería la encargada de activarlo. Alemania dice que eso no se puede hacer sin modificar los tratados algo que requeriría mucho tiempo.

Otro punto a decidir es como alimentar la caja destinada a recapitalizar o a disolver de una forma ordenada a las entidades en dificultades. La propuesta de la Comisión es que los propios bancos creen un fondo pero Alemania quiere que cada país tenga su propio fondo.

Para el presidente de la Comisión, Durao Barroso, la creación del MUS y las normas de resolución bancaria «ayudarán a construir un sector financiero estable, restablecer las condiciones de préstamos justos en la UE y garantizar que los bancos, no los contribuyentes, paguen por sus propios errores».

Añade que toda la normativa debe estar resuelta antes de que acabe esta legislatura, es decir, antes de las elecciones del Parlamento Europeo el próximo mayo.

El Banco Central Europeo (BCE) supervisará a 6.000 grandes bancos europeo, aquellos bancos cuyos activos superen los 30 mil millones de euros o que constituyan al menos el 20 por ciento del PIB de su país. Habrá una clara separación entre las tareas monetarias del BCE y las de supervisión. Para evitar distorsiones habrá un manual único de supervisión para el BCE y la Autoridad Bancaria Europea (EBA)